A finales de junio se cumplió el segundo aniversario de la cabalgata del grupo Wagner hacia Moscú, una operación que podría haber cambiado fundamentalmente el curso de Rusia, pero que acabó con la liquidación de Yevgueni Prigozhin y los líderes de Wagner. Sergio Caride Escribano, especialista en historia militar y geopolítica, ha publicado “El Grupo Wagner. Los mercenarios de Putin”, un libro que ayuda a entender como un expresidiario como Prigozhin se convirtió en el líder de un enorme ejército mercenario y en uno de los hombres fuertes de la Rusia de Vladimir Putin. Hablamos sobre este y otros temas en esta entrevista.

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¿Por qué razón ha escrito un libro sobre el grupo Wagner?

En 2022, mientras estaba en la academia militar y a raíz de la invasión rusa de Ucrania, comencé a recopilar información sobre lo que estaba pasando. Reuní tantos datos que llegué a un acuerdo con una editorial para publicar un libro sobre Ucrania, que acaba de salir, y también preparamos un libro más corto sobre el grupo Wagner, del que tenía mucha información, que salió justo cuando Yevgueni Prigozhin es asesinado.

La historia de Prigozhin es realmente increíble, un delincuente de poca monta que se convierte en el chef de Putin y acaba siendo uno de los hombres más poderosos de Rusia. Parece que el Kremlin funciona como una mafia.

La realidad es que la política rusa parece una mafia. Hay un libro muy recomendable, “Los hombres de Putin” de Catherine Belton, que analiza la llegada de Putin al poder mediante sus alianzas con mafias de San Petersburgo y Moscú, relacionándose con redes criminales que habían sido gestionadas en el pasado por la KGB. Por eso, el ascenso de Prigozhin, desde la delincuencia a los sillones de poder del Kremlin, no es raro en Rusia.

Prigozhin era un criminal, fue condenado a diez años de cárcel y liberado en 1990. Tras salir de prisión, decide montar puestos de comida callejera en San Petersburgo y acaba montando una cadena de restaurantes a la que empieza a acudir gente importante. Allí es donde conoce a Vladimir Putin y entablan una amistad que le abre las puertas a las altas esferas, convirtiéndose en el chef de los banquetes en el Kremlin y, posteriormente, en un importante hombre de negocios.

¿Cómo nace Wagner?

En 2009 la inteligencia militar rusa (GRU) ya tenía grupos de mercenarios y compañías privadas en el exterior al servicio de empresas rusas. En 2013, un teniente coronel de los Spetsnaz, Dimitry Utkin, por cierto, de ideología neonazi (estaba tatuado con toda clase de símbolos nazis), se retira de las fuerzas especiales y entra en el “grupo de seguridad Moran”, para posteriormente unirse a los “Slavonic Corps”, un grupo mercenario de unos 300 miembros que ayuda al gobierno sirio contra el Estado Islámico. El grupo sufrió una severa derrota en la batalla de Al Sukhnah y las pocas decenas de supervivientes se agrupan en torno a Utkin, y, desde ese momento, empiezan a ser conocidos como wagneritas porque el apodo de guerra de Utkin era “Wagner”, por lo que se supone que el nombre del grupo viene de ahí.

Utkin conoce a Prigozhin, que posee varias empresas petrolíferas y explotadoras de recursos en África, en 2014, y deciden montar una compañía militar privada, así nace el grupo Wagner. Se supone que luego es Prigozhin el que pone el grupo en contacto Putin, y digo que se supone porque, aunque ahora tenemos mucha información, hasta 2022 no había evidencias claras sobre su existencia: Había condecoraciones a personal no militar, como Utkin, por su trabajo en el Donbás; una foto de Prigozhin, Utkin y Putin juntos; fotografías de una base cerca de Rostov del Don, en un pueblo llamado Molkino, que servía como centro de reclutamiento de Wagner; la muerte de tres periodistas rusos que estaban investigando al grupo Wagner; informes de unidades mercenarias en Siria, etc. Por supuesto, Rusia siempre negó su existencia.

¿Jugó Wagner un papel importante en el Donbás antes de la invasión a gran escala?

Sí, y se sabe que en la operación de Crimea hubo operativos wagneritas haciendo las mismas tareas que las fuerzas especiales rusas. También participaron activamente en el Donbás y fueron una pieza clave en la derrota ucraniana en la batalla de Debaltseva en 2015. Además de combatir, entrenaron a las fuerzas prorrusas y ofrecieron apoyo logístico.

El otro gran frente de batalla de Wagner es África. ¿Qué hace Wagner allí?

Wagner se despliega en África por el interés geopolítico de Rusia para quitar la influencia occidental en el continental, y obtener recursos (oro, uranio, litio, petróleo, gas, tierras raras y minerales) e influencia en detrimento de países como Francia u otros países europeos. Wagner se convierte en el brazo armado del interés geopolítico ruso y está presente en Burkina Fasso, Libia, Sudán, República Centroafricana, Madagascar, Malí, Níger y Mauritania para proteger a las empresas rusas que están explotando los recursos de estos países. Muchas de esas empresas pertenecían a Prigozhin y sus beneficios también repercutían en beneficio de Wagner.

Hay informes de toda clase de barbaridades cometidas por Wagner en su lucha contra grupos insurgentes y terroristas. Sin embargo, parecen contar con el apoyo de buena parte de la población, en República Centroafricana hay una estatua que muestra a wagneritas protegiendo civiles y el año pasado se levantó una estatua a Prigozhin y Utkin.

A cambio de sus recursos, Rusia ha ofrecido seguridad a estos países desplazando a los europeos, y para muchos africanos Wagner representa la idea de seguridad que antes ofrecían los países occidentales. Rusia está ganando esta batalla y no nos estamos dando cuenta, y nos ha quitado prácticamente toda África en nuestras narices. Por otro lado, Rusia es responsable de toda clase de violaciones de derechos humanos, matanzas de civiles, ejecuciones en masa, etc. La ONU y Human Rights Watch han querido investigar estos hechos, pero Rusia ha vetado su investigación en el Consejo de Seguridad.

¿Cuándo empieza Prigozhin a convertirse en un problema para el gobierno ruso?

Wagner se hizo muy popular en los canales de Telegram rusos porque la gente se dio cuenta de que hacían un papel mucho mejor que las fuerzas ordinarias del ejército ruso. Wagner estaba formado por un núcleo muy duro con muchos años de experiencia en África y luego en Ucrania, por lo que son los que ganan batallas, mientras que las tropas regulares fracasan una y otra vez. Este es el inicio de la rivalidad entre Wagner y el Ministerio de Defensa ruso. En Bajmut, esta rivalidad llega a su punto álgido cuando Prigozhin acusa al ejército de no enviarles munición y de permitir que sus hombres mueran por millares.

Está claro que a Rusia no le preocupa demasiado la vida de sus soldados, pero el coste de Bajmut es enorme, incluso para los estándares del Kremlin. Prigozhin publica un video en el que dice que sus fuerzas han sufrido 20.000 muertos.

Sí, la cifra es enorme, pero después de la caída de la ciudad, Prigozhin empieza a creerse que puede vencer a sus enemigos internos. Sin embargo, estos reaccionan para limitar su poder y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, exige a Prigozhin que los combatientes de Wagner firmen un contrato con el Ministerio de Defensa, lo que en la práctica significa la desaparición del grupo. Este movimiento de Shoigú acelerará la rebelión.

El hecho de que Rusia tuviera tanta dependencia de un ejército de mercenarios o el reclutamiento masivo en las cárceles, ¿no tira por tierra la idea del segundo mejor ejército del mundo?

Desde luego, Rusia siempre vendía que se había modernizado, pero no han dejado de ser el ejército soviético de siempre: corrupto, enorme e ingobernable. Es cierto que hay un núcleo que sí se ha modernizado, pero con muchos fallos estructurales. Cuando ese ejército postsoviético se enfrentó a un ejército ucraniano que se había occidentalizado desde 2014, tras pasarlo realmente mal en la guerra del Donbás, vimos la realidad de lo que era el ejército ruso.

Si Prigozhin hubiese llegado a Moscú, ¿cree que habría podido poner en jaque a Putin?

La cabalgata de Wagner dura un día. Salen del Donbás y toman Rostov militarmente con tanques, desde allí, con camiones y vehículos ligeros, se dirigen a Voronez y luego a Moscú. Es verdad que no encuentran ninguna resistencia y que parece evidente que cuentan con mucho apoyo popular, porque para la mayoría de la población los wagneritas son los que están ganando la guerra en Ucrania. Pero Prigozhin no busca atacar a Putin, sino que quiere advertirle y denunciar la incompetencia del Ministerio de Defensa. No obstante, no creo que el convoy de Wagner hubiese bastado para intentar una toma efectiva del poder y por ese motivo se inicia una negociación con el presidente bielorruso como mediador en el que se acuerda el exilio de Prigozhin, que acabará con su muerte y la del liderazgo del grupo Wagner.

Después de la muerte de Prigozhin y Utkin, ¿qué ha pasado con el grupo Wagner?

Los miembros de Wagner han tenido que firmar un contrato con el Ministerio de Defensa, por lo que han sido integrados en unidades del ejército ruso. Tampoco se sabe cuántos wagneritas quedan, aunque en Ucrania, después de Bajmut, su número era bastante limitado. En África, los mandos de Wagner fueron eliminados y sustituidos por mandos del ejército, y han seguido realizando las mismas tareas que venían haciendo desde su llegada al continente bajo el nombre de “Africa Corps”. Los mercenarios protegen ahora a unas empresas que ya no pertenecen a Prigozhin, sino al entramado de poder del Kremlin.

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