Bolivia ante las urnas: Sacrificar el Movimiento Al Socialismo para conservar el poder. Un gatopardismo con sabor andino – caribeño, cambiar todo, para que, al final, todo siga igual. Oposición por fuera, oficialismo por dentro.

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Entrevista con Hugo Marcelo Balderrama – Economista, docente, analista político, columnista y autor de varios libros cómo: Bolivia: Del golpe 2003 a la dictadura/ narcoestado o Socialismo del Siglo XXI: crimen, dictadura y pobreza en las Américas.

Tras la primera ronda en las elecciones ¿Estamos ante el fracaso del modelo de izquierda, como afirman algunos analistas?

El proceso electoral boliviano, realizado el pasado 17 de agosto, sorprendió a más de uno, pues a nivel internacional se vende como un triunfo contra el Socialismo del Siglo XXI y el fin de la izquierda en el país. Lo siento, pero no hay nada más alejado de la verdad.

Primero, un elemento de sospecha es la gran cantidad de gente cercana a Evo Morales que ahora aparece en las filas del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Segundo, la tranquilidad con la que Arce Catacora y Evo Morales tomaron la victoria del PDC. No sería de extrañar que exista una ayudita de parte del régimen para montar en el poder a Rodrigo Paz. ¿Razones? Impunidad y, la más peligrosa, usar a Edman Lara, candidato a vicepresidente, como comodín para el retorno de Evo al poder. De hecho, es muy llamativa la euforia mostrada por Evo Morales ante la votación, «más que de Rodrigo, del capitán Lara», según sus propias palabras. Hay un refrán que dice: «Lo que se ve no se pregunta», frase que aplica perfectamente a las simpatías que sienten los sectores cocaleros por Lara. Tercero, los discursos incendiarios llenos de populismo muy al estilo de Hugo Chávez o Evo Morales. Obviamente, la gestión económica y la construcción de institucionalidad no aparecen, ni siquiera ligeramente mencionadas, en medio de las bravuconadas de Lara.

El régimen tiene capturado a Bolivia desde el 2003. El cuartel general de esta organización criminal se encuentra en La Habana

De cara a la segunda vuelta del 17 de octubre, en la que se enfrentan Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano) y Jorge “Tuto” Quiroga (Alianza Libre), ¿Qué diría sobre sus propuestas?

Con todo, en Bolivia la segunda vuelta se configura así:

El ganador de la primera vuelta, Rodrigo Paz, es el hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, que, entre otras cosas, fue parte del gobierno de la UDP en los 80, los mismos que llevaron a Bolivia a una hiperinflación del 27000%, y en los 90 invitó a Bolivia al propio Fidel Castro. De hecho, Paz Zamora salió de su jubilación para recobrar el protagonismo en la política boliviana. El PDC tiene unas propuestas irresponsables, como dar créditos subsidiados. Por su parte, Tuto Quiroga tiene un plan típicamente keynesiano y un gradualismo muy peligroso. Bajo esas opciones, las cosas están incluso peores que antes del 17 de agosto. Si me preguntan, dentro de todo lo malo, la alternativa de Quiroga es, por lo menos, predecible. Es decir, sabemos más o menos por donde meterá la pata.

En muchos de sus artículos habla de una “oposición funcional”.

Para el Socialismo del Siglo XXI lo importante es sostener el régimen. Entonces, pueden crear partidos comadreja. Es decir, oposición por fuera, pero oficialismo por dentro. Alegrarse porque el MAS no tendrá representación en el congreso es mirar el árbol, pero olvidar el bosque. En todo análisis hay que separar el régimen, los partidos y el gobierno.

El régimen tiene capturado a Bolivia desde el 2003. El cuartel general de esta organización criminal se encuentra en La Habana. Ergo, el país no es más que un satélite en su franquicia delictiva. ¿Se percató que ninguno de los dictadores del Socialismo del Siglo XXI manifestó preocupación por lo sucedido el 17 de agosto? La respuesta es fácil, saben que no pasó nada. Esto nos lleva a la siguiente parte, el régimen ha decidido sacrificar el Movimiento Al Socialismo para conservar el poder. Un gatopardismo con sabor andino – caribeño, cambiar todo, para que, al final, todo siga igual.

La situación de Bolivia es consecuencia del modelo del socialismo del siglo XXI, con el líder cocalero Evo Morales. ¿Cómo se inicia el auge de este modelo en el país? ¿Qué papel jugaron Cuba y Venezuela en el surgimiento del proyecto socialista en Bolivia?

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En los años 90, producto del programa de capitalización de Gonzalo Sánchez de Lozada, Bolivia se consolidó como un punto estratégico en el mercado energético internacional. Penosamente, en esa misma época, la sombra negra del Socialismo del Siglo XXI comenzó sus operaciones desestabilizadoras en el país.

Los piratas del asfalto dirigidos por Evo Morales, Oscar Olivera, Roberto de la Cruz y Felipe Quispe, pero apoyados por Cuba y Venezuela, ensangrentaron Bolivia con la Guerra del agua, entre febrero y abril del 2000, la Guerra de la coca, enero del 2002 y, finalmente, con la Guerra del gas, octubre 2003, que significó el derrocamiento de Sánchez de Lozada. Una vez consolidado el golpe de Estado, Carlos Mesa, quien fue presidente producto de su deslealtad a Sánchez de Lozada y sus acuerdos oscuros con los golpistas, empezó el proceso de desinstitucionalización del país. Primero, otorgando amnistías a todos los milicianos y pandilleros que habían participado en el derrocamiento y, segundo, habilitando una Asamblea Constituyente a favor de Evo y sus socios cubanos y venezolanos.

¿Cómo describiría estas dos décadas de gobierno del MAS en Bolivia? ¿Qué reformas llevó a cabo Morales y cuáles han sido sus consecuencias?

Evo resultó ganador de las elecciones del 2005, pero eso no fue un triunfo del movimiento indígena, como pretende hacer creer, sino la anexión de Bolivia al club de las dictaduras del Socialismo del Siglo XXI. Perdimos la patria, perdimos la esperanza, perdimos la libertad. Inmediatamente, Evo aplicó la receta del Foro de Sao Paulo: desinstitucionalización de las Fuerzas Armadas, centralización de la economía en manos del gobierno central y modificación de la Constitución.

En los últimos años se ha agudizado la crisis económica, especialmente en los sectores estratégicos como la industria del gas.

La industria del gas fue la primera que cayó en las garras del régimen. Los recursos que ingresaron al país por la venta de gas a mercados de Brasil y Argentina, bordearon los 47.142 millones de dólares y no se realizaron inversiones por parte del gobierno de Evo Morales; se perdió una década de oro por el boom de los precios altos de las materias primas; sin embargo, Luis Arce Catacora, no se quedó atrás, siguió la obra de su antecesor y no hizo significativos descubrimientos, por ende, cayeron los ingresos del gas.

Hoy se habla de una guerra interna entre Evo Morales y Luis Arce. ¿Es una ruptura real dentro del MAS o una disputa de poder?

Se trata de una lucha interna de una mafia, están peleando por el pequeño botín.

¿Qué relación hay entre los grupos guerrilleros como las FARC, la guerra del gas y la caída de Sánchez de Lozada en Bolivia?

En septiembre del 2004, casi un año después del violento derrocamiento del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en el marco del Proyecto Amazon, el director del DAS, el entonces más importante organismo de seguridad de Colombia, Jorge Noguera reveló que las FARC habían desarrollado un plan de expansión de su red de narcotráfico a varios países de la región, Bolivia, entre ellos. En ese contexto, Noguera mostró que al menos 70 combatientes de las FARC tuvieron participación en la Guerra del Gas de octubre 2003. Por su parte, Manuel Sánchez, jefe de INTERPOL Perú, informó que las FARC también estaban causando terror en Perú y Bolivia, sus palabras textuales fueron: Las FARC están trayendo bastantes problemas en mi país, incluso tengo entendido que tienen rehenes, tanto nacionales como extranjeros. Definitivamente, como organización terrorista, están tratando de expandirse en otras naciones de Sudamérica.

No obstante, las FARC no fueron la única agrupación delincuencial presente en Bolivia en esas fechas. El escritor Emilio Martínez, en su más reciente libro: Los 5 mitos de octubre, muestra que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tenía a más de 500 de sus milicianos presentes en Bolivia. Martínez, en la página 21 de su trabajo, afirma lo siguiente: El 10 de abril de 2003, un operativo policial boliviano detuvo al guerrillero colombiano Francisco Cortés Aguilar, alias Parmenio, junto a dos dirigentes cocaleros y dos mujeres en una vivienda de El Alto. El grupo estaba en posesión de fusiles, municiones, elementos para la fabricación de minas explosivas, tres kilogramos de cocaína y, lo que es más importante, de un plan para crear una guerrilla: la Misión-Proyecto ELN boliviano.

Entonces, eso que Hugo Chávez popularizó como: Diplomacia de los pueblos, no era nada más que una mera careta para la exportación de tecnología criminal y la infiltración de pandilleros a toda Sudamérica. Una fachada para que sicarios, matones y narcotraficantes secuestren naciones enteras, que luego fueron convertidas en tiranías y dictaduras. A Gonzalo Sánchez de Lozada no lo tumbaron las protestas ciudadanas, sino una fuerza combatiente que, además, había desarrollado toda una ingeniería de comunicación y manejo de la opinión pública en universidades, medios de comunicación y panfletos incendiarios. Su salida no es un motivo de celebración, sino de tristeza, puesto que Bolivia fue capturada por la franquicia delictiva del Socialismo del Siglo XXI.

El líder socialista Evo Morales ha estado involucrado en casos de corrupción, trata de personas y narcotráfico. En tu libro “Socialismo del Siglo XXI: crimen, dictadura y pobreza en las Américas” habla del crimen transnacional. ¿Cuál es su vínculo con el líder socialista Evo Morales, las fuerzas armadas y las instituciones del Estado?

La llegada al poder de Morales, a pesar de todo el marketing invertido en él, no fue otra cosa que el triunfo de la delincuencia transnacional. Primero, al fiel estilo cubano, impuso una constitución para centralizar todo el poder en sus manos. Segundo, bajo el subterfugio de «luchar contra el imperialismo», expulsó a la DEA de Bolivia. Tercero, para guardar apariencias de legalidad, puso a sus hombres de confianza en la lucha contra el tráfico de drogas. Por último, para preservar un espejismo de democracia, estableció un sistema electoral en el que siempre saldría ganador, una farsa donde el ciudadano vota, pero jamás elige.

Prácticamente, toda la gestión de Morales estuvo plagada de escándalos ligados al narcotráfico. Los casos más sonados son de René Sanabria, General de Policía, y Maximiliano Dávila, coronel de Policía muy ligado a Evo y su círculo. Sin embargo, existen muchos otros uniformados implicados con los cárteles, por ejemplo, el excomandante y exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia (FELCN) Óscar Nina, en 2015; el director de la FELCC de Santa Cruz, Gonzalo Medina, en 2019 y el exoficial antidroga Omar Rojas Echeverría. El tráfico de drogas, la trata humana y otros delitos pueden existir con fines más grandes que llenar los bolsillos de los delincuentes. Esto es cierto cuando analizamos cómo Evo Morales usó el negocio de la coca ilegal para aterrorizar Bolivia desde finales de los 80, aunque con más fuerza durante los primeros años del Siglo XXI. Ni hablar del crecimiento del crimen organizado durante sus casi quince años de gobierno.

¿Qué papel juegan el Foro de Sao Paulo, junto con Cuba y Venezuela en esos negocios ilícitos?

El cocalero no era más que un alfil dentro de una estructura criminal más grande: El Foro de Sao Paulo. Recordemos que el sometimiento casi religioso de Evo ante Fidel Castro y Hugo Chávez era, en realidad, parte de sus redes de tráfico de drogas. Estas asociaciones irregulares facilitaron el uso de puestos de control fronterizos, oficinas gubernamentales y otros recursos públicos para el transporte encubierto de narcóticos ilícitos. De hecho, Chávez convirtió a Venezuela en la superautopista de la cocaína, una mega estructura donde uniformados corruptos, jueces inmorales y narcotraficantes usan las estructuras del Estado venezolano para traficar drogas a Estados Unidos.

Pero Bolivia tiene una ventaja adicional sobre Venezuela, pues se encuentra en el centro de Sudamérica. Esa característica fue muy bien analizada por uno de los socios transnacionales de las dictaduras del Socialismo del Siglo XXI, Irán. Adicionalmente, los sistemas judiciales y penitenciarios bolivianos se encuentran entre los más corruptos del mundo. Es para todos conocido como los criminales más peligrosos pueden continuar operando con total impunidad desde las cárceles. Este coctel de corrupción, pobreza, informalidad, castrochavismo y radicalismo islámico han convertido a Bolivia en una amenaza muy peligrosa para toda la región. Algo que los socios transnacionales de la dictadura boliviana no piensan perder, por eso la peligrosa posibilidad que la izquierda cierre filas alrededor de Andrónico Rodríguez, un dirigente nacido y salido del seno criminal del Chapare cochabambino.

*** Marzena Kożyczkowska es investigadora hispanista, traductora, profesora y analista del mundo hispanohablante. Graduada en Filología Hispánica por la Universidad Ateneum de Gdańsk (Polonia), licenciada en Lenguas y Literaturas Modernas, está especializada en Estudios Hispánicos en la Università degli Studi di Palermo (Italia) y tiene el Máster en Estudios Hispánicos Superiores de la Universidad de La Rioja (España).

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