Anna Nguyen es diputada de AfD en el parlamento estatal de Hesse y concejal en el ayuntamiento de Frankfurt am Main. Desde enero de 2024 es presidenta del Comité Europeo del Parlamento del Estado.

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Los medios mayoritarios dicen que AfD es un partido que odia a los extranjeros, supongo que está usted harta de este tipo de informaciones.

Sí, así es. Por supuesto, es agotador, pero es  lo que es. Mis padres son vietnamitas, huyeron del país cuando los comunistas se hicieron con el control, y yo nací y crecí en Alemania.

AfD ha sido catalogado como un partido extremista. ¿Qué piensa sobre esta afirmación de los servicios de inteligencia?

Anna Nguyen
Anna Nguyen.

La designación de la AfD como un partido extremista es un veredicto político, no legal. No es una decisión del Tribunal Supremo, sino de los servicios de inteligencia internos, dependientes del  ministerio del Interior bajo Nancy Faesser, y que tomaron esta decisión días antes de que la ministra tuviese que abandonar el cargo tras la derrota del SPD. Esto sucede el 2 de mayo, y la semana siguiente, con la elección de Friedrich Merz como nuevo canciller, Faesser deja de ser ministra, por lo que resulta evidente la intencionalidad política de este asunto. El informe de los servicios secretos internos no nos fue enviado con anterioridad, así que no sabíamos de qué se nos acusaba, sin embargo, fue enviado a varios periódicos para generar un escándalo. Ahora lo tenemos y hemos visto que se trata de opiniones públicas, como tuits o discursos, es decir, no hay nada secreto, y que además están amparadas por la libertad de expresión; no hay nada criminal en esas opiniones. Por ejemplo, yo soy mencionada en el informe por tuitear #Alice for Germany. Es ridículo. No hay nada extremista, hay verdades y sentido común.

Entonces, ¿se trata de una medida desesperada ante el crecimiento de AfD?

El anterior jefe de los servicios secretos internos con la CDU, Hans-Georg Maassen, ha criticado el informe que, en mí opinió, dijo que la intención sólo buscaba acabar con el apoyo de los votantes a la AfD, pero hasta ahora no ha tenido ningún éxito. Si miramos las encuestas, la AfD se mantuvo muy alta incluso después de la publicación del informe, y ahora estamos estables en un 25% del voto, empatados con la CDU. Incluso el actual ministro del Interior, Alexander Dobrindt, ha dicho que este informe no puede ser empleado como un argumento para prohibir la AfD.

Así que en realidad ha sido una maniobra política para desacreditar al partido.  

Sí, totalmente. No ha sido un veredicto legal, en absoluto, y además el informe ha sido puesto en cuestión y la clasificación de “extremista” anulada.

No obstante, han prohibido a la AfD participar en un visita oficial del Estado de Hesse a Croacia y Serbia, utilizando este informe como excusa.

Esto ha sido algo totalmente ridículo. Dos días después del anuncio de Nancy Faesser de la designación de AfD como extremista, pero sin haber podido leer el informe porque no se había enviado aún, el ministro de Asuntos Europeos retiró nuestra invitación oficial a Croacia y Serbia. Cuando recibí el correo electrónico comunicándome la anulación del viaje, me quedé muy sorprendida, pero decidí responder usando las redes sociales y mi tuit tuvo más de medio millón de visualizaciones. Esto provocó la atención de los medios y el ministro, que creo que quiso hacerse famoso retirándonos la invitación, se hizo famoso de un modo que no quería. Fui entrevistada por la prensa alemana, croata y serbia sobre este asunto y, en general, los comentarios fueron favorables a la AfD. Así que, al final, la “no invitación” nos proporciono una cobertura mediática sin precedentes.

Ante la suspensión del informe de los servicios secretos internos, nuestra oficina parlamentaria envió un correo electrónico al ministro de Asuntos Europeos para que se nos permitiera unirnos al viaje. No hubo contestación ni a este ni a otros correos. Lo cierto es que parece una broma, pero es una situación que hemos sabido jugar muy bien porque es muy fácil ser más listo que los que no son inteligentes.

Volviendo a las encuestas, ¿cree que su empate con la CDU se debe, en cierto modo, a que este partido está ignorando a sus propios votantes?

Por supuesto, antes de las elecciones prometieron cerrar las fronteras y deportar ilegales, pero dos horas después de ganar las elecciones ya estaban incumpliendo estas promesas. Cómo advertimos durante las elecciones, a diferencia de la AfD, la CDU está comprometida con los miembros de la coalición semáforo, es decir, liberales, verdes y socialdemócratas, y forma con ellos un cortafuegos que le impide llevar a cabo ningún cambio político. Debido a ese cortafuegos, la CDU se ha visto obligada a colaborar con los izquierdistas y a darles mucho poder en la coalición: para mí, es un 80% para el SPD y un 20% para la CDU.

El SPD pierde las elecciones, pero vence a la hora de formar gobierno.

Sí, el SPD tuvo el peor resultado electoral en su historia y la CDU el segundo peor. Así que dos partidos perdedores forman una coalición juntos, a pesar de que los alemanes han votado para tener un cambio político: una coalición y un gobierno de derechas. Para mí, esto es profundamente antidemocrático.

¿Cree que este gobierno de coalición va a ser duradero o, por el contrario, habrá elecciones anticipadas?

Creo que el gobierno de coalición durará los cuatro años de mandato porque el SPD y la CDU están hambrientos de poder. Además, son conscientes de que si la coalición se rompe, la AfD se pondrá en primer lugar. No van a arriesgarse a que eso suceda, aunque estoy convencida de que en 2029 la AfD se convertirá en la primera fuerza política de Alemania.

Foto: Maheshkumar Painam.

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Álvaro Peñas
Redactor de deliberatio.eu, colaborador de The European Conservative, El American y otros medios europeos. Analista internacional, especializado en Europa del Este, para el canal de televisión 7NN. Autor en SND editores.