¿Qué es la AFPI?
Al final de la primera administración Trump, en 2021, algunos líderes destacados del movimiento “America First”: Brooke Rollins, Larry Kudlow y Linda McMahon (todos ellos con experiencia en el gobierno y antiguos asesores del presidente Trump), se reunieron y formaron el AFPI, un think tank para defender los principios del movimiento “America First”. Durante los últimos cuatro años, el AFPI ha impulsado el “America First” realizando eventos y campañas por todo el país, y defendiendo cada punto de la agenda del “America First”: fronteras seguras, una economía fuerte, independencia energética, valores cristianos, etc. Estás son ideas que son compartidas por la mayoría de los estadounidenses y que son todo lo contrario a lo que ha hecho la administración Biden durante los últimos cuatro años.El AFPI es un think tank no partidista, que existe para promover las políticas de la agenda “America First” (no hablamos en nombre de la Administración Trump).
Lo cierto es que Estados Unidos tiene problemas graves que resolver, que se arrastran desde hace décadas, y que no podemos permitir que continúen
Su trabajo en la AFPI está relacionado con la inmigración.
Sí, desde 2022. La administración Biden revocó todo lo que había hecho Trump durante su mandato y provocó una crisis migratoria sin precedentes que tuvo consecuencias terribles en comunidades estadounidenses, con un aumento de la delincuencia y también de los gastos para hacer frente a la crisis. La llegada masiva de ilegales fue un factor determinante en el voto de las ultimas elecciones, porque la mayoría de los estadounidenses quieren proteger la frontera y no ver a compatriotas estadounidenses convertirse en víctimas de delitos cometidos por delincuentes extranjeros ilegales.
Otra de la consecuencias de la política de fronteras abiertas de Biden fue la crisis del fentanilo, aunque muchos no lo entendieron al principio, porque con la frontera abierta también llegaron muchas drogas de contrabando de los cárteles mexicanos. El fentanilo, cuyos precursores proceden de China, era una de esas drogas y sus efectos han sido devastadores.
En algunas ciudades, hemos visto imágenes de adictos al fentanilo deambulando como “zombis”. ¿Estamos ante una plaga como el crack en los ochenta?
Esto no sólo ha sucedido en grandes ciudades, sino también en pequeñas comunidades y se ha cebado con la población más joven en los colegios. El fentanilo es muchísimo más potente que otras drogas, algo que la mayoría de sus consumidores desconocen, y, por tanto, la posibilidad de sobredosis es mucho mayor. De hecho, el fentanilo se convirtió en la principal causa de muerte en los estadounidenses entre 18 y 45 años. Sin embargo, la administración Biden no tomó cartas en el asunto y las drogas siguieron fluyendo libremente por la frontera.
Entonces, ¿esta crisis es una consecuencia de la política de fronteras abiertas?
Absolutamente.
Estados Unidos siempre ha sido un país de inmigrantes, ¿cómo aborda la nueva administración Trump la integración de los inmigrantes legales?
Durante la primera administración Trump, el número de inmigrantes legales regularizados fue muy elevado, por lo que el relato de que el presidente está en contra de la inmigración legal es completamente falso. De hecho, la inmigración ilegal es un grave perjuicio para los inmigrantes que vienen a Estados Unidos y que tienen solicitudes legítimas de asilo o buscan una vía legal. El presidente siempre ha sido muy claro respecto a que un pilar de la ideología del “America First” es estar a favor de los que quieren venir para convertirse en miembros productivos de nuestra sociedad y que respeten nuestra cultura y valores. Lo que no se puede permitir es la llegada de personas sin ninguna investigación o consideración de la seguridad nacional,
En la inmigración ilegal a Estados Unidos están jugando un papel países como Nicaragua o Venezuela, o los carteles de la droga en Méjico. ¿Qué se está haciendo en este sentido?
La administración Trump está completamente comprometida a combatir a los carteles de la droga y a la inmigración ilegal desde cualquier país. En enero de 2023, el presidente Biden anunció un programa de acogida en libertad condicional de inmigrantes procedentes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela, aceptando 30.000 inmigrantes al mes, pero este programa, como los demás implementados por su administración, no incluía protocolos de investigación adecuados para garantizar que los malos no entraran en las comunidades estadounidenses. En la frontera sur, los inmigrantes ilegales eran detenidos y posteriormente liberados en nuestro país, lo que en la práctica significaba que no había frontera. La administración Trump ha acabado con esta política de “catch and reléase”, también puesta en práctica por Obama, y con los demás programas ilegales, y ha aumentado la presión sobre los grupos criminales, equiparándolos con terroristas y permitiendo una mayor capacidad de actuación contra ellos.
Las nuevas políticas de refuerzo de la frontera y las deportaciones efectivas son un claro mensaje al mundo de que no se va a volver a poner en riesgo la seguridad de los estadounidenses ni se va a permitir que un país o grupo criminal pueda amenazar a los Estados Unidos.
Las recientes protestas contra las políticas migratorias de la administración Trump recuerdan mucho a lo ocurrido con el Black Lives Matter. ¿Quién está detrás de estas protestas violentas?
No puedo decir con certeza quién está detrás de estas protestas, pero sí, recuerdan mucho a los disturbios creados por el Black Lives Matter, creando el caos y atacando a las fuerzas del orden. El presidente ya ha dejado muy claro que no va a tolerar esa violencia y ha actuado en consecuencia. Y, por otro lado, tenemos la actitud del gobierno mejicano que alienta las protestas y no se comporta como un aliado, ni en este asunto ni en la lucha contra los narcos.
Hablando de aliados, ¿cree que la política de aranceles de la administración Trump puede causar problemas con sus aliados tradicionales?
Creo que Trump está tomando el mundo al asalto con su política de aranceles porque ha roto con lo que había hecho el establishment durante décadas. Por encima de todo, creo que quiere devolver la equidad a Estados Unidos y a sus intereses económicos y dar prioridad a la seguridad. Los aranceles son una herramienta estratégica, basada en los principios del “America First” para aumentar nuestra competitividad, reforzar nuestra soberanía y defender a la clase media trabajadora estadounidense. A corto plazo esto ha provocado algunos conflictos, pero Trump quiere lo mejor para América y llevar a los países a la mesa a negociar un acuerdo que, a largo plazo, sea satisfactorio y beneficioso para todos. Al fin y al cabo, eso es lo que quieren los ciudadanos de sus líderes, que defiendan sus intereses y a su país.
Muchos europeos son conscientes de que Occidente está amenazado: por las políticas woke aplicadas por sus gobiernos, por la guerra, la inmigración masiva, etc. ¿Es el americano medio consciente de esa amenaza?
Creo que el americano medio es consciente en cierta medida de esta amenaza, aunque sí tiene muy claro que no quiere políticas extremistas como la ideología de género o el antiamericanismo que se ha fomentado hasta hace bien poco desde nuestro gobierno. Por esa razón, las primeras medidas de Trump fueron destinadas a acabar con esa locura. El americano medio quiere que su gobierno le proteja, defienda sus fronteras y preserve los valores occidentales.
Y respecto a la política internacional, ¿mirar hacia dentro implicar una política aislacionista?
No, la agenda “America First” no significa América sola. La realidad es que cuando el presidente Trump presiona a algunos países para que inviertan más en defensa, lo que quiere es que esos países sean capaces de defenderse y no tengan que depender exclusivamente de los Estados Unidos; todo Occidente tiene que ser capaz de defenderse, es algo lógico. La administración Trump está centrada en tener un Occidente fuerte y es consciente de la amenaza que representan China, Rusia e Irán, pero lo cierto es que Estados Unidos tiene problemas graves que resolver, que se arrastran desde hace décadas, y que no podemos permitir que continúen.
Foto: Gage Skidmore.
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