Johan Deckmyn es concejal de la ciudad de Gante por el Vlaams Belang desde 2011 y miembro del parlamento flamenco desde 2019.
En junio, además de las elecciones europeas, tienen elecciones en Flandes. Las encuestas les dan la victoria.
Así es, y en septiembre también celebraremos las elecciones locales. En las elecciones de 2019, tuvimos un 19%, pero en las de este año las encuestas nos sitúan en un 27%-28%. Eso nos convierte en la primera fuerza política en Flandes, por delante del, hasta ahora mayoritario N-VA (Alianza Neo-Flamenca, partido conservador y afiliado en Europa a ECR).
Hemos dado por hecho nuestra libertad durante mucho tiempo dependiendo del apoyo de Estados Unidos. Europa debe preocuparse más de su propia defensa y estar más presente a nivel internacional
¿Cuál es la razón para este aumento tan significativo?
Hay dos causas, por supuesto la inmigración, pero también la seguridad, y en muchos momentos ambos fenómenos van cogidos de la mano. En las últimas semanas en Bruselas se han producido nueve tiroteos en los que ha habido varios muertos y que están relacionados con el trafico de drogas. La policía ya no puede manejar esto y en muchos barrios ni siquiera hay presencia policial porque se han convertido en zonas “no-go”.
Sin embargo, en la Bélgica valona no existe un partido fuerte que se oponga a la inmigración. ¿Por qué?
Podemos verlo de dos maneras, por un lado, el boicot de los medios, y por otro lado quizás se deba a la incapacidad de la derecha, porque en Francia sí vemos la importancia de los partidos antiinmigración. Lo cierto es que la tendencia política en Valonia es totalmente izquierdista y con un ascenso cada vez mayor de partidos comunistas.
Hasta ahora, el Vlaams Belang, ha sufrido un cordón sanitario por parte de los demás partidos. Si las encuestas se cumplen y se convierten en el primer partido, ¿cree que será posible alcanzar acuerdos de gobierno?
Si somos el primer partido tendremos la posibilidad de intentar formar un gobierno, creo que con un plazo de dos semanas. Todos los periodistas de Flandes se hacen esta misma pregunta y se dirigen al N-VA, que no quiere contestar. Esto es ya un avance porque en el pasado la respuesta era siempre contraria a cualquier colaboración. Esto indica que existe la posibilidad de poder negociar y la mejor prueba fue en 2019, cuando ellos fueron el primer partido y nosotros el segundo, y hablaron con nosotros, pero no teníamos mayoría suficiente y el resto de partidos se opusieron frontalmente. La gran pregunta ahora es sí lograremos alcanzar esa mayoría, algo que confirman las últimas encuestas. Además, hay que recordar que partidos que ahora incluso gobiernan en algunas regiones, como los liberales, no van a entrar en el Parlamento por no superar el umbral del 5% del voto. Un buen ejemplo es Amberes, donde sólo llegan al 4%, y eso beneficia al partido más grande, que somos nosotros.
Entonces, no es sólo un cambio por su éxito, sino también por el fracaso de partidos tradicionales.
Sí, aunque aún existe un cordón sanitario a nivel federal, porque no es posible negociar con la izquierda dominante en el lado valón.
¿Y qué resultados esperan en las elecciones europeas?
Esperamos un buen resultado. Ahora mismo tenemos tres eurodiputados y esperamos obtener un cuarto. El Vlaams Belang pertenece a ID, mientras que N-VA forma parte de los Conservadores y Reformistas, y en mi opinión una alianza de ECR e ID sería lo idóneo. Entiendo que hay problemas tanto entre distintos países como partidos que no lo hacen posible en este momento, pero es más lo que nos une que lo que nos separa. Creo que ahora es el momento para un auge de la derecha y una vuelta a ideas tradicionales y conservadoras.
Si siguen contando con una mayoría, su objetivo es la independencia de Flandes en 2029.
Esa es nuestra idea. Si conseguimos una gran mayoría queremos conseguir la independencia de Flandes. El N-VA también la quiere, pero tienen una idea diferente. Nuestro punto es, si tenemos mayoría en el parlamento de Flandes, hacer una declaración de independencia y negociar con el lado valón para conseguir una transición pacífica. El N-VA cree que se puede negociar sin hacer la declaración de independencia, pero para nosotros eso no es realista. Por ejemplo, en 1994 hubo una reforma estatal para favorecer la representación flamenca en los organismos internacionales, sin embargo, treinta años después todo sigue igual porque el lado valón no ha querido negociar y la ha bloqueado. Para que una reforma salga adelante necesita la mayoría en el parlamento federal y en los parlamentos flamenco y valón, por lo que las reformas controvertidas no prosperan.
Necesitamos hablar de muchos asuntos, y especialmente de una reforma estatal en lo que se refiere a la financiación, porque transferimos millones y millones de euros a Bruselas y la parte valona cada año. Pero todo está atascado y la situación se parece cada vez más a la de Grecia, de hecho, si Valonia fuese un país independiente estaría en bancarrota. Lo peor es que no quieren cambiar esta situación, a pesar de que Europa le ha dicho a Bélgica que tiene que recortar el gasto en 27 billones de euros, una cantidad enorme. Tenemos que hablar de dinero.
¿Cree que la independencia sería aceptada a nivel europeo?
Es un punto complicado. No creo que, por ejemplo, España lo viera con buenos ojos. Pero estamos hablando de un país en el que una mayoría se ha convertido en minoría, no tiene nada que ver con un caso como el catalán, en el que una minoría es la que quiere la independencia. Aquí hablamos de una mayoría, pero entiendo qué es difícil entender esto. Por eso, una de nuestras principales tareas es decir en el extranjero que Flandes está lista y que podemos ser una potencia económica en Europa. Nuestro problema es que Bruselas quiere seguir derrochando dinero y no quiere cambiar, pero llevamos décadas pidiendo un cambio y al final tendrán que negociar.
Siendo sincero, ganar un referéndum de independencia tampoco sería sencillo, a pesar de que los votantes del Vlaams Belang y el N-VA saben que queremos esa independencia, porque mucha gente tiene miedo a los cambios, sin embargo, si preguntásemos si quieren dejar de financiar a Bruselas, el resultado a favor sería abrumador. Todo depende de cómo se plantee la pregunta. Estoy convencido de que si Flandes deja de financiar a Valonia, su gobierno perderá el interés en nosotros y buscará ese dinero en otra parte.
En la situación actual, con la invasión rusa en Ucrania y lo que parecer un retorno a la “guerra fría”, ¿no cree que este proceso interno podría ser alimentado desde el exterior para causar problemas dentro de la Unión Europea? Por ejemplo, cada vez hay más noticias sobre la injerencia rusa en el proceso separatista de Cataluña.
No veo una conexión entre nuestros problemas internos y lo que ocurre en Ucrania. La invasión rusa está mal y como partido hemos declarado que Ucrania es un país independiente y que sus fronteras tienen que ser respetadas. Pero a un nivel geopolítico, ya que menciona la “guerra fría”, no creo que esto se parezca al enfrentamiento con la Unión Soviética, que era un problema bipolar, sino que ahora se trata de un problema multipolar: Rusia, China, Estados Unidos, y Europa como un jugador menor. Hace poco, ha habido mucho revuelo con las declaraciones de Trump sobre que los países miembros de la OTAN tienen que pagar sus facturas, y lo cierto es que en Europa hemos dado por hecho nuestra libertad durante mucho tiempo dependiendo del apoyo de Estados Unidos. Europa debe preocuparse más de su propia defensa y estar más presente a nivel internacional.
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