Greta Thunberg, una niña sacrificada en el altar de una nueva religión

Greta se ha convertido en una celebridad mundial. Ha sido nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time. Se reunió brevemente con el Papa, quien la animó a «Seguir haciendo lo que estás haciendo». Ha recibido numerosos premios, incluido el premio alemán Golden Camera. Ha sido nominada para el Premio Nobel de la Paz. Y ha sido entrevistada en la mayoría de los principales medios de comunicación del mundo. Incluso ha aparecido en un panel con el Secretario General de la ONU, António Guterres.

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También fue nombrada recientemente «Mujer del Año» por un periódico sueco. Pero ella no es una mujer, es una niña.

Es hora de que nos preguntemos si la están usando e incluso sacrificándola, por lo que algunos consideran un bien mayor.

Los adultos tienen la obligación moral de seguir siendo adultos en relación con los niños y no dejarse llevar por las emociones, iconos, selfies, imágenes de protestas masivas, sueños mesiánicos o revolucionarios.

Nueva entrega de la serie sobre corrección política e ingeniería social que el programa El Quilombo, dirigido por el periodista Luis Balcarce, Jefe de Redacción de Perdiodista Digital, produce semanalmente. Esta serie cuenta con la participación de Javier Benegas, Editor Jefe de Disidentia.

Foto: Anders Hellberg


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