Los partidos han derivado en meras organizaciones de poder donde impera la selección adversa. Los criterios determinantes para ser diputado (nacional o autonómico) o concejal no guardan relación con la valía personal o profesional. El aspirante debe pasar largos años medrando en el partido y mostrando fidelidad al líder hasta que éste decida que puede entrar en la lista electoral.

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Se crea así una casta de políticos que hacen del cargo su forma de vida y adoptan como objetivo primordial su permanencia en el poder. Los dirigentes perciben el Estado como una extensión del partido, un enorme paquete de cargos para repartir entre sus miembros. Sus decisiones responden más al beneficio propio que al interés de los ciudadanos mientras que la discusión política refleja más una lucha por el reparto de la tarta que un debate de proyectos de futuro.

Participantes

Ángeles Ribes, política y exconcejal de Ciudadanos en Lérida, donde durante años enfrentó valientemente al nacionalismo, Dolores Diz, analista política y experta en comunicación, José Luis González Quirós, analista político, ensayista y filósofo, y Javier Benegas, periodista, escritor y editor de Disidentia.