Hace apenas unas semanas publiqué una entrevista con el líder de la oposición y ex primer ministro esloveno Janez Janša. Mantengo una buena relación con el político esloveno desde 2021, cuando le entrevisté por primera vez, y posteriormente traduje al español su libro “Nos levantamos y vencimos”, en el que cuenta como alcanzó Eslovenia la independencia. Sin embargo, no le conocí personalmente hasta la semana pasada, cuando me acerqué a la sede de su partido, el Partido Democrático Esloveno (SDS), en Liubliana.

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Janša habla muy claro y no es, como tantos políticos, un hombre de paja. Se enfrentó al gobierno yugoslavo y sufrió la persecución del régimen comunista. Posteriormente se convirtió en ministro de Defensa de Eslovenia y fue el comandante de su ejército en la guerra de independencia de 1991. Esa experiencia vital y sus tres mandatos como primer ministro, le convierten en un político con los pies en la tierra y muy consciente del mundo que le rodea, por eso, hay que escucharle. En esta entrevista hablamos de los resultados de las elecciones europeas, el papel del EPP y la necesidad de cambios en Europa.

¿Cómo valora el resultado de las elecciones europeas?

Está claro que ha habido un cambio de dirección en Europa y que ha llegado el momento de detener políticas desastrosas como la transición verde o la migración. La cuestión es si hay suficiente poder para cambiar lo que se ha hecho. Desde luego, no se puede continuar por ese camino, pero hay que revertirlo.

Sin embargo, parece que Von der Leyen quiere repetir la coalición con los socialistas. ¿Cuál es su opinión? ¿No puede resultar contraproducente para el EPP y hacerle perder la confianza de sus votantes?

Para nosotros está claro, y antes de las elecciones dijimos que no apoyaríamos la misma coalición que había habido en la etapa anterior. El EPP era, y es, la fuerza más grande y ocupa el centro, pero el problema es que la izquierda ha formado un bloque que no llegará a ningún acuerdo con el EPP si Von der Leyen habla con los conservadores. El problema es que el EPP no mantuvo una postura lo bastante firme y permitió a la izquierda ganar una posición ventajosa desde la que nos decía que podemos o no hacer. Creo que esto ha sido un error.

Está claro que ha habido un cambio de dirección en Europa y que ha llegado el momento de detener políticas desastrosas como la transición verde o la migración. No se puede continuar por ese camino, pero hay que revertirlo

Ahora la situación es más compleja de lo que parecía justo después de las elecciones. Los números son ajustados y es muy probable que haya cambios importantes en el Consejo porque hay elecciones en Francia, en Austria, y en los Países Bajos se ha formado un nuevo gobierno. No va ser como en la etapa anterior, en la que socialistas y liberales tenían una cuarta parte del Consejo. Por eso es importante que el Parlamento Europeo refleje esta situación, este cambio, y el EPP es fundamental para eso, además, somos más fuertes ahora y muchos de los eurodiputados más pro-izquierdistas en nuestras filas no han sido elegidos.

Entonces, ¿no hablamos del mismo EPP de hace cinco años?

El miércoles hubo una votación para elegir a los nuevos vicepresidentes, y todos los que votamos en el congreso del EPP en contra de Ursula von der Leyen fuimos elegidos. Y Manfred Weber ya ha dicho que el EPP no va a permitir que los perdedores liberales e izquierdistas nos digan con quien podemos hablar.

El mayor error que se ha cometido después de las elecciones es que no se están haciendo propuestas, todo el mundo está tomando posiciones. En la reunión del EPP propuse la elaboración de un programa de 10 puntos sobre los principales asuntos europeos, y una vez hecho esto ver con quien se puede formar una coalición, pero nadie está preocupado por esto. Lo mismo puedo decir de la reunión de los primeros ministros europeos, la única que quiso plantear propuestas fue Giorgia Meloni. Este es un mal mensaje para los europeos porque, en vez de hacer propuestas, los ganadores y los perdedores de las elecciones están tomando posiciones. Y más en un momento en el que Europa está en situación tan delicada.

¿Y cuándo cree que acabará este juego político?

Espero que el próximo jueves se empezará a hablar de los temas que importan a los europeos durante la reunión del Consejo a pesar de la probable presidencia de António Costa.

Sí, en Portugal están muy sorprendidos ante esta situación.

Esto es también un mensaje, y es un mensaje equivocado. Hubo una gran discusión en el EPP sobre si apoyar a Costa, sobre todo porque nuestro criterio es el del Estado de derecho, pero se argumentó que Europa es un compromiso y que los socialistas son responsables. No obstante, tengo muchas dudas de que la presidencia de Costa dure cinco años porque la composición del Consejo va a cambiar, y a mitad de mandato hay procedimientos formales para alterar la situación. Es una cuestión matemática.

Parece que algunos siguen creyendo en la existencia de una socialdemocracia “responsable”. ¿No cree que esto es un grave error cuando estamos viendo que las diferencias entre los socialistas y la extrema izquierda son cada vez más difusas?

La socialdemocracia ha desaparecido en Europa. Lo que hay es izquierda radical, porque el marxismo cultural se ha apoderado de lo que era la izquierda “normal” durante la Guerra Fría. Toda la izquierda europea es así, tal vez con la excepción de Dinamarca. El problema es que hemos estado ciegos, algunos aún lo están, durante veinte años y no hemos visto esto.

¿Qué opina de la candidatura de Kaja Kallas como alto representante de la UE en política exterior?

Creo que es una buena decisión.  Su familia sufrió mucho bajo el comunismo y fue deportada a Siberia, y sabe a qué nos referimos cuando hablamos de transición. No obstante, fue derrotada en las elecciones, como también lo fue Macron. No hay ningún líder liberal en el campo de los ganadores.

En España, el partido alineado con Macron, Ciudadanos, ha perdido toda su representación.

Sí, y también han tenido malos resultados en Alemania, pero a pesar de eso van a conseguir las relaciones exteriores, el jefe de la OTAN, o que Christine Lagarde siga al frente del banco central europeo.

¿Qué habrían conseguido hubieran estado en el campo ganador?

Es difícil de decir, pero la realidad es que ahora sólo han conseguido el 6% de la cámara, pero un desproporcionado número de representantes.

¿Y von der Leyen?

Su situación es más complicada que cinco años atrás con la alianza entre el EPP y la izquierda, sobre todo en la votación secreta en el Parlamento Europeo donde está muy lejos de tener una mayoría cómoda. Incluso dentro del EPP, algunos votamos en contra y muchos otros se abstuvieron.

En mi opinión, desde el Tratado de Lisboa, los países grandes no quieren personalidades fuertes en la presidencia de la Comisión para poder dominarla. Así que, si Ursula no es elegida, escogerán a otra figura como ella para ponerla al frente de la Comisión. Los tiempos en los que se requerían candidatos con experiencia y que hubiesen sido primeros ministros han quedado atrás.

Pero ahora Europa necesita un liderazgo fuerte.

Nunca apoyaran a un líder fuerte. Lo que buscan son funcionarios.

Funcionarios que aplican el Estado de derecho en los países gobernados por los conservadores, pero ignoran casos tan escandalosos como el que tenemos en España.

En Eslovenia sabemos muy bien lo que está pasando en España porque estamos viviendo exactamente lo mismo. Y nuestro gobierno, como el español, ha reconocido el Estado Palestino tres días antes de las elecciones, saltándose todas las normas establecidas.

Sin embargo, a diferencia de España, en las elecciones europeas los votantes han castigado al gobierno esloveno y el SDS ha salido muy reforzado.

Sí, hemos conseguido cuatro eurodiputados de nueve, as uno de un partido socio más joven.  Es nuestro mejor resultado en unas europeas. Por su parte, los tres partidos de la coalición de gobierno sólo han obtenido tres eurodiputados.

El Movimiento Libertad del primer ministro Golob, que no tiene nada que ver con la libertad, ha perdido 12 puntos desde las elecciones generales, y eso a pesar de convocar el mismo día de las europeas cuatro referendos consultivos, uno de ellos sobre la legalización de la marihuana, para animar el voto joven, y otro sobre la eutanasia.

¿Cuál fue el resultado del referéndum sobre la eutanasia?

Un empate. Publicamos un panfleto de la época nazi defendiendo la eutanasia: “la gente está sufriendo”, “lo hacemos por tu bien”, etc. Es exactamente lo mismo que decía la propuesta de la izquierda y no, no estoy bromeando.

Antes mencionaba el batacazo de Macron en Francia, ¿qué opina de su decisión de adelantar las elecciones?

Ha cometido un error y lo único que ha logrado es que toda la izquierda se una, pero no con él. Al final, su partido desaparecerá, como también van a desaparecer Los Republicanos, el partido del EPP en Francia. Macron ha calculado mal la capacidad de la izquierda para unir sus fuerzas, desde la extrema izquierda a la izquierda antisemita, desde comunistas a socialistas. En la segunda vuelta, Macron apoyará a la izquierda, pero su partido desaparecerá.

Macron es muy dado al teatro, como cuando publicó las fotos de su llamada telefónica a Putin para detener la invasión.

Cuando Rusia invadió Ucrania, Morawiecki hizo un llamamiento para preparar una respuesta desde una perspectiva europea. La contestación de Macron fue: “¿De qué perspectiva europea hablas para un país que va a dejar de existir en una o dos semanas?” De nuevo, Macron hizo los cálculos equivocados y los servicios de inteligencia franceses no entendieron que las fuerzas invasoras no eran suficientes para tomar el país.

Tal vez pensaron lo mismo que los rusos, que los ucranianos se rendirían y aceptarían el control de Moscú.

La cuestión es donde han estado lo servicios de inteligencia rusos desde la caída de Crimea, porque Poroshenko reorganizó el ejército ucraniano y era obvio que la situación no era la misma, pero los expertos rusos no lo vieron.

¿Cómo ve la evolución de la guerra?

Ucrania necesita armas modernas. Si se las hubiésemos entregado en el verano de 2022, la guerra habría acabado. Hubo una gran ventana de oportunidad durante seis meses y nosotros luchamos para que se les dieran las armas. Zelenski dijo en la cumbre de la OTAN de abril de 2022 que no necesitaban soldados de la OTAN para morir por Ucrania, sólo un 1% de sus reservas militares. Un 1% habría sido suficiente, pero no se hizo. Hubo debates interminables sobre lo que eran “armas ofensivas” o “armas defensivas”. Personas que nunca han visto un campo de batalla se convirtieron en expertos en armamento. Fue vergonzoso.

En mi opinión esto fue una estrategia, un interés calculado en el que Ucrania iba a sufrir, desde luego, pero en el que Rusia iba a perder su fuerza. Un problema menos y, quizás, cambios internos en Rusia. El problema es que esto no es la Guerra Fría, es una nueva situación en la que también hay otros actores, como China. También está India, el país democrático más grande del mundo, que se negó a firmar el documento aprobado en la cumbre de Suiza y que es un país que hay que ganarse. Y todo eso sin olvidar que el actual liderazgo de Estados Unidos es un chiste. Por eso es tan importante que Europa cambie realmente de dirección.

Foto: visuals.

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