El Padre Federico Suaya es un sacerdote y misionero argentino, abogado por la Universidad de Buenos Aires y tiene dos doctorados: uno en teología y otro en filosofía. Cofundador junto con el Padre Dr. Javier Olivera de la Orden de San Elías, una orden misionera establecida en 2015 para llevar a cabo actividades misioneras en regiones en las que la presencia de la Iglesia Católica es mínima o inexistente. El padre Federico ha llevado a cabo misiones en lugares como la India y en regiones remotas como el Himalaya y áreas del África profunda. Actualmente, el Padre Federico dirige el “Proyecto PaX” para salvar a los esclavos cristianos en Pakistán.
Siempre que en los medios de comunicación se habla de cristianos en Pakistán, la noticia trata de persecución e incluso de asesinato.
Así es. Los cristianos se ven sometidos a la violencia, el acoso sexual y la exclusión social. Sus iglesias son atacadas y también son comunes los secuestros, que llevan en muchos casos a la esclavitud, y las apostasías forzadas, es decir, las conversiones violentas al Islam.
Las leyes sobre la “blasfemia” son empleadas por los radicales como un arma de terror para acusar a cristianos inocentes de crímenes que no cometieron. Lo normal es que no haya ningún tipo de castigo para el criminal y, a menudo, se celebra la persecución contra el cristiano
Su misión, la razón por la que se encuentra en Pakistán, es la de salvar esclavos. No parece nada fácil.
No lo es. Básicamente lo que hacemos son, lo que llamamos, operaciones especiales misionales y nuestro objetivo es redimir a los esclavos cristianos de las garras de sus opresores. Hay tres tipos de esclavitud en Pakistán. En primer lugar, están las esclavas sexuales, que son mujeres que son secuestradas, obligadas a convertirse al islam y a casarse con su secuestrador. Después, el “marido” decide si se va a quedar con ella, la vende o la prostituye, ofreciéndola para que sus parientes o amigos vengan a violarla. Luego tenemos la esclavitud por deuda. Para pagar la deuda, el deudor y, normalmente, toda su familia, se convierten en esclavos durante generaciones, porque hablamos de cantidades que en muchos casos son imposibles de pagar debido a los intereses desorbitados de los préstamos. Muchos de estos esclavos trabajan en campos de ladrillos, “brick kilns*”, que he podido ver con mis ojos. Y, por último, tenemos una tercera modalidad, que es la esclavitud sexual debida a una deuda.
¿Y cómo se llevan a cabo estas operaciones?
Nos encomendamos a Dios y a la Santísima Virgen y trazamos un plan de rescate y un post rescate, que tiene tres niveles. El rescate tiene distintas modalidades porque no hay dos casos iguales y actuamos según dicte la prudencia, la virtud de la prudencia; mucha gente cree que la prudencia es cobardía, pero significa hacer lo que hay que hacer en cada momento. A veces, empleamos el método clásico, el de los mercedarios** y pagamos un rescate. Otras veces, seguimos el método secreto, de noche, y se organiza una fuga. Y cualquier otro método, conforme al Evangelio, que dicte la prudencia.
Entiendo que todo esto se hace con el apoyo de las comunidades cristianas que son víctimas de la esclavitud.
Sí, correcto, pero para llevarlas a cabo contamos con el trabajo de voluntarios. Los cristianos sufren la esclavitud y una opresión constante, y su situación es terrible. El cristiano es considerado “chura”, que en la lengua local significa “barrendero”; para nosotros no tiene una connotación negativa, pero allí es equiparable a decir “excremento”. En Pakistán, el cristiano es atacado, violado, golpeado o quemado vivo. Las leyes sobre la “blasfemia” son empleadas por los radicales como un arma de terror para acusar a cristianos inocentes de crímenes que no cometieron. Lo normal es que no haya ningún tipo de castigo para el criminal y, a menudo, se celebra la persecución contra el cristiano.
¿Qué hacen las autoridades ante estos casos?
Hay dos niveles. Por un lado, tienes a la policía local, que está sistemáticamente comprada por los esclavistas y es totalmente corrupta. Luego está la policía nacional y los servicios del Estado, que están en un nivel distinto y que se preocupan de problemas como los más de cuarenta grupos terroristas que operan en el país.
Pero, la esclavitud está prohibida.
Sí, la esclavitud de deuda está prohibida en Pakistán. Por esa razón, nuestra actividad es legal y no estamos violando ninguna ley pakistaní. Si la policía nos pregunta algo, estamos perfectamente en regla.
¿Qué le llevó a empezar con esta labor misionera? ¿Y particularmente a Pakistán?
Tuve muy claro que esto es lo que Dios quería de mí, y cuando tienes eso claro, sólo puedes decir: Adelante. Lo que me trajo a Pakistán fue una noticia que vi en Infocatólica, donde a una mujer le habían cortado la nariz y partes íntimas. Se lo comenté a una mujer a la que yo había bautizado y me dijo que si descubriesen que se había convertido le sucedería exactamente lo mismo. Cuando me dijo eso, empecé a leer sobre el tema y llegué a los esclavos sexuales, y no pude pensar en otra cosa que no fuera ayudar. Y empezamos a ayudar.
¿Qué cantidad de gente está viviendo el infierno de la esclavitud?
Como poco hablamos de cientos de miles de esclavos cristianos. Hay una estimación, contando también a los esclavos musulmanes, que habla de dos millones de personas. También hay miles de campos de esclavos, caminas dos pasos y te encuentras un “brick kiln”.
¿Apoya la Iglesia sus actividades misionales?
Somos hijos de la Iglesia. Tuve un encuentro con el Papa y casi se pone a llorar cuando le conté la terrible situación de los esclavos sexuales. Me apoyó y me dio su bendición para seguir con esta tarea.
¿Cuántos esclavos han rescatado en estas operaciones?
Hasta el momento, hemos rescatado a 93 esclavos en 12 expediciones. Empezamos en agosto del año pasado, aunque un poco antes ya hicimos un rescate a distancia. Una vez rescatados, se les ofrece un lugar seguro donde vivir, una asignación semanal para alimentos y educación para los niños. Esta es la segunda parte de nuestro trabajo, del proyecto PaX, que consiste en fundar barrios cerrados en Pakistán para esclavos cristianos liberados. Estamos recaudando donaciones para abrir el primer barrio este año. Aún nos queda mucho por hacer.
(*) Los brick kilns son campos de trabajo para fabricar ladrillos en los que abundan los esclavos. En Pakistán hay más de 18.000 que producen 60.000 millones de ladrillos al año.
(**) Fundada en 1218 por San Pedro Nolasco, la orden de los mercedarios nació con la misión de redimir a los cristianos cautivos en manos musulmanas mediante el pago de un rescate.
Foto: Jametlene Reskp.
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