Hoy la inmensa mayoría de la clase política, prensa, medios, intelectuales y buena parte de la sociedad se pliega a la tiranía políticamente correcta y a sus instrumentos para dominar a la sociedad: la manipulación, el miedo al ostracismo o la culpa colectiva.

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Pero es hora del cambio, de decir basta, de que prevalezca la sensatez, la libertad y la responsabilidad. Para contribuir a ello creamos Disidentia.com, para acabar entre todos con esta insoportable tiranía.

Disidentia es un medio dirigido al lector con inquietudes, que busca algo distinto, que desea profundizar, que no se queda en la superficie, en la mera apariencia de los sucesos.

Para lograr sus objetivos, Disidentia es un medio Independiente. No acepta ningún tipo de ayuda institucional

Para lograr sus objetivos, Disidentia debe ser un medio Independiente. No acepta ningún tipo de ayuda institucional, ni esa publicidad directa de grandes anunciantes que, con demasiada frecuencia consiste en un intercambio de favores; se trata de un soborno por parte de la empresa para obtener buen trato informativo.

Además, el dinero es muy miedoso. Y un diario de opinión y análisis que hace frente a los dogmas, que cuestiona políticas promovidas por los ruidosos e interesados grupos de presión, no es un sitio cómodo para esas grandes empresas cercanas al poder político y preocupadas por el qué dirán. De hecho, uno de los mayores problemas para poder escribir y comunicar en libertad no es solo la ya habitual censura, sino ese miedo a los nuevos censores que ha calado también en el poder económico.

Hoy, todo diario que aspire a recibir alguna canonjía, a estar entre los privilegiados, debe entregar a cambio su correspondiente tributo de corrección política

Hoy, todo diario que aspire a recibir alguna canonjía, a estar entre los privilegiados, debe entregar a cambio su correspondiente tributo de corrección política, ha de incluir regularmente esa noticia que estigmatice a algún colectivo malvado, o esa otra que ensalce al colectivo víctima de turno. Un goteo incesante que, como en el marcador electrónico de un partido de baloncesto, va dejando constancia de las presuntas ofensas y agresiones de las que todos, de una forma u otra, hemos sido declarados culpables.

Esta es hoy la dinámica de los diarios, dinámica de la que pocos, muy pocos, se salvan. Y los que lo hacen, malviven o cierran. Así, la información, el análisis y la opinión son cada vez más monocordes, más irreales, más superficiales y tendenciosos.

Usted puede, por lo que cuestan dos cafés al mes, hacerle la peineta a todos aquellos que quieren ponerle una mordaza

Por eso, Disidentia solo se financiará con publicidad puramente comercial y, sobre todo, con las aportaciones de nuestros lectores, de nuestros mecenas, de personas como usted, altruistas, conscientes de que un pequeño compromiso mensual, completamente voluntario, reversible en cualquier momento, puede permitir la continuidad de este medio. Y con él, la existencia de un altavoz con el que cuestionar los dogmas y colocarlos frente a sus contradicciones, desmontar tabúes desde la razón y, en definitiva, neutralizar la censura imperante.

Usted puede, por lo que cuestan dos cafés al mes, hacer una peineta a todos aquellos que quieren ponerle una mordaza. En sus manos está romper este perverso círculo vicioso, donde la sana discrepancia y el debate han dejado de ser rentables por fuerza mayor, no por la realidad del mercado o la demanda del público. En sus manos está la posibilidad de leer y promocionar esos análisis y opiniones, con enfoques distintos, que difícilmente encontrará en otros lugares. Y no sólo leerlos, también comentarlos, debatirlos, difundirlos, compartirlos, enriquecerlos… por el bien de todos.

Ayúdanos a arrojar luz en la oscuridad.

Muchas gracias.

Puede colaborar como mecenas haciendo clic en la imagen de abajo. Es muy sencillo. Y también es igualmente sencillo dejar de hacerlo, en cualquier momento, cuando usted lo decida:

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Para quienes querrían ser mecenas pero les preocupa que haya letra pequeña o algún tipo de contrato que les ate sin saberlo:

  1. ¿Por qué hemos seleccionado Patreon para el pequeño mecenazgo? Porque Patreon es mecenazgo, nada más; es decir, no se establece ningún tipo de contrato.
  2. No tiene nada que ver con la habitual suscripción de los diarios. No se paga por un producto, el mecenas puede darse de baja en cualquier momento y dejar de contribuir al instante.
  3. Nada le ata a Disidentia más que su voluntad. Si, por ejemplo, decide darse de baja mediado el mes, no habrá cargo alguno, ni siquiera la parte proporcional o parcial: cero euros, porque Disidentia no vende ningún producto.
  4. Usted en Disidentia es mecenas porque quiere, cuando quiere y hasta que decida lo contrario. Es completamente libre, sin ataduras ni letra pequeña: puro y simple mecenazgo.
  5. Para dinamizar la comunidad de mecenas de Disidentia en ella hay contenidos especiales, análisis y podcast, con los que promover el conocimiento, el debate y la participación de los mecenas.
  6. Hemos establecido por definición una cantidad «óptima» de 4 dólares (la divisa por definición en Patreon, que luego se convierte automáticamente a euros sin coste alguno para el mecenas. (Recuerde que un dólar no vale un euro sino menos), pero usted puede optar por otras opciones si así lo desea.  

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El pequeño mecenazgo es clave en Disidentia, porque no recibimos publicidad de los grades anunciantes presentes en los habituales diarios, tampoco subvenciones o publicidad institucional, por parte del poder político. Tenemos anuncios comerciales como parte de la financiación de este proyecto (una vez se alcance un nivel de mecenazgo óptimo, también se eliminará). La otra parte, la fundamental, puesto que somos un medio abierto sin muros de pago, es el mecenazgo. Somos David contra Goliat. Nuestras armas son el trabajo… y el apoyo del lector; es decir, de usted.

Foto: Ihor Malytskyi