La inteligencia es una condición deseable pero no suficiente. En realidad, es un recurso que puede servir a los fines más diversos. En un entorno dominado por reglas perversas, el individuo intelectualmente dotado hará un cálculo coste-beneficio, y tenderá a utilizar su inteligencia, no para remover esas reglas, sino para usarlas en su propio beneficio porque su cálculo le indica que le sale a cuenta. La forma de compensar esta tendencia es acompañar la inteligencia con la virtud de la valentía….
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