“Si los hombres fueran ángeles, no haría falta gobierno. Si los gobernantes fueran ángeles, ningún control, externo o interno, sobre los gobiernos sería necesario. La gran dificultad para diseñar un gobierno de hombres sobre hombres estriba en que primero debe otorgarse a los dirigentes un poder sobre los ciudadanos y, en segundo lugar, obligar a este poder a controlarse a sí mismo. No cabe duda que depender del voto de la gente constituye un control primario sobre el gobierno; pero la experiencia enseña a la humanidad que son necesarias precauciones adicionales.”
La cita pertenece al que fue el cuarto presidente de los Estados Unidos, James Madison (171-1836), abogado y político que, por su decisiva contribución en la redacción de la Constitución de la joven nación norteamericana, fue el más destacado de los «Padres Fundadores de los Estados Unidos». Lamentablemente, en España no hemos hecho caso a su sabio consejo. Y ahora estamos pagando las consecuenicas.
Con Javier Benegas, periodista, y Javier Torrox, periodista, filólogo y autor de «Golpe a la Nación: Crónica de una conjura consentida» (2019).