La inflación disparada; la recuperación económica cada vez más comprometida; el déficit estructural aumentando en dos puntos (lo que gasta el Estado respecto a lo que ingresa), 30.000 millones de euros más de deuda al año, 82 millones más cada 24 horas; el precio de la electricidad fuera de control; el desempleo sin síntomas de mejora; subidas de impuestos a granel; una crisis global que galopa a lomos de tres shocks, el logístico, el de las materias primas y el del suministro energético…
Mientras todo esto sucede, los dos principales partidos, el PSOE y el PP, se dedican a repartirse los jueces en privado. Porque lo importante para ellos es que la Justicia siga bajo su control. No sea que la separación de poderes funcione y las salvaguardas democráticas, también, porque entonces el Estado dejaría de ser un botín a repartir.
Con Javier Torrox, periodista y analista político, y Javier Benegas, editor de Disidentia.