Con la revolución tecnológica, casi todas las profesiones sufrieron transformaciones traumáticas, pero el periodismo creyó que, de alguna manera, podría sortearla sin demasiados sacrificios. Se escudó en su “función social”, como si en democracia la manufactura de la información fuera equiparable a la de impartir justicia de los tribunales, con la ventaja añadida de que, al contrario que la Justicia, la Prensa no está sometida a un sistema institucional que delimite claramente sus atribuciones…..
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