Las objeciones al orden democrático no son una novedad. Sin embargo, la percepción negativa de la democracia se ha ido acrecentando con el tiempo. Cada vez es más habitual sugerir desde distintas tendencias, hermandas en la lucha contra la libertad individual, que la democracia debe evolucionar hacia un cierto tipo de autocracia, porque, para los más aseados, los tecnócratas, la democracia resulta demasiado conflictiva a la hora de afrontar grandes desafíos, como, por ejemplo, el cambio climático. Mientras que para los más radicales, sea por razones ideológicas o religiosas, la democracia liberal es la imposición de una idea de progreso fundamentalmente capitalista y anglosajona que ha derivado en un orden mundial opresor.
PODCAST con José Luis González Quirós, filósofo, ensayista y analista político, y Javier Benegas, editor de Disidentia.
Foto: Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa.