Sebastian Tynkkynen es eurodiputado por el Partido de los Finlandeses desde julio de 2024. Anteriormente fue diputado al Parlamento finlandés desde abril de 2019 hasta su elección para el Parlamento Europeo. Ha ostentado el cargo de vicepresidente tercero de su partido y fue el presidente sus juventudes hasta noviembre de 2016.

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Sebastian Tynkkynen
Sebastian Tynkkynen.

Finlandia va a cancelar su ayuda económica a Somalia porque este país se niega a aceptar a los inmigrantes ilegales que Finlandia quiere expulsar. Si no me equivoco esta era una de sus medidas contra la inmigración ilegal.

Sí, básicamente esto está pasando porque el Partido de los Finlandeses está en el gobierno, pero es algo que llevaba mucho tiempo en nuestra agenda política y que no se pudo implementar desde la oposición porque todos los partidos estaban en contra de tomar estas medidas. Cuando negociamos nuestra entrada en el gobierno, presionamos para que se aceptase esta política y ahora ha llegado el momento de activarla porque Somalia no ha querido aceptar a sus ciudadanos que estaban residiendo ilegalmente en Finlandia. Por esa razón hemos cortado la financiación que les entregábamos en concepto de ayuda al desarrollo; esperamos que esto ayude a que reconsideren su posición. La idea es que tenemos que tratar a estos países, ya sean del ‘Sur global’ o en vías de desarrollo, como adultos. No puede ser que se les entregue dinero sin importar lo que hagan, hay que tratarlos como iguales y que entiendan que hay consecuencias si no se comportan correctamente.

Cuando Rusia empezó a utilizar migrantes como un arma contra Finlandia la pregunta que se hizo mucha gente fue si esos solicitantes de asilo que estaban en la “zona gris”, lo eran realmente. Esto abrió los ojos de muchos finlandeses, pero el proceso ya había comenzado antes

¿Qué razones ha esgrimido Somalia para no aceptar a sus ciudadanos?

El problema en este caso es que el gobierno de Somalia no quiere aceptar a aquellos migrantes que no deseen irse de Finlandia y no le preocupa que sus ciudadanos hayan entrado de forma ilegal. Por nuestra parte, estamos dispuestos a pagar el coste de estas devoluciones y contamos con los medios policiales para hacerlo, e incluso hemos ofrecido dinero a cambio del retorno voluntario, pero el gobierno somalí no quiere cooperar.

¿Ha cambiado la actitud de la sociedad finlandesa con respecto a la migración ilegal?

Sí, y lo ha hecho muy rápidamente. Y ahora se plantea claramente la pregunta sobre qué tipo de migración queremos y necesitamos. Y también se habla no sólo de refugiados o de aquellos que han solicitado asilo, sino de aquellos cuya solicitud ha sido rechazada y que, por tanto, dejan de estar legalmente en el país. Por supuesto, la izquierda siempre ha estado en contra de endurecer las políticas de migración, pero ahora incluso los socialdemócratas y los centristas entienden que los migrantes ilegales no pueden permanecer en Finlandia y deben ser devueltos a sus países de origen. No obstante, son poco proclives a tomar acciones concretas y ahora se están quejando y acusándonos de ser malas personas por cortar la ayuda al desarrollo, es decir, no los quieren en nuestro país, pero no están dispuestos a hacerlo posible.

Sin embargo, algunos diputados de izquierdas votaron a favor de la ley de fronteras aprobada por el parlamento finlandés en julio.

La ley necesitaba una mayoría de cinco sextos en el parlamento primero para ser declarada urgente y luego una mayoría de dos tercios para ser aprobada porque era una ley excepcional que iba más allá de la constitución. La izquierda y los verdes se opusieron frontalmente a la ley y seis diputados socialdemócratas se unieron a ellos, pero todos los demás votaron a favor. Es la ley de fronteras más dura de toda Europa y espero que sea el modelo para otros países europeos que necesitan tomar medidas similares. En Polonia ya se ha dicho públicamente que están considerando tomar el modelo finlandés, mencionando que tienen que hacer lo mismo que ha hecho Finlandia.

El uso de la inmigración como parte de una guerra híbrida por parte de Rusia, ¿ha sido determinante en el rápido cambio de actitud de la sociedad finlandesa?

Es una de las razones por las que se ha producido el cambio, pero no es la única no es la razón principal. La crisis migratoria de 2015 abrió los ojos de muchos finlandeses y dos años después, en 2017, sufrimos el primer ataque terrorista en Finlandia cuando un islamista salió a cazar mujeres y asesinó a dos. En 2018 hubo decenas de casos de violaciones de chicas muy jóvenes por parte de migrantes en la ciudad de Oulu. El siguiente gran paso fue cuando Rusia empezó a utilizar migrantes como un arma contra Finlandia y entonces la pregunta que se hizo mucha gente fue si esos solicitantes de asilo que estaban en la “zona gris”, lo eran realmente. Esto abrió los ojos de muchos finlandeses, pero el proceso ya había comenzado antes.

En Finlandia saben lo que es ser vecinos de Rusia, ¿cómo valora las nuevas amenazas nucleares del Kremlin?

Entiendo que en España y en otros países occidentales, la gente pueda estar asustada ante las amenazas de Putin porque no están habituados a vivir con un vecino tan peligroso. Rusia nos ha amenazado de tantas formas durante décadas que entendemos que Putin está fanfarroneando e intentando conseguir cosas gratis, y hemos visto esta misma historia muchas veces durante la guerra en Ucrania: no podéis pasar esta línea roja. Lo que busca con estas amenazas es acabar con el apoyo a Ucrania y que nadie interfiera en su proyecto para convertir a Rusia en un poder imperialista. La última vez que Rusia nos amenazó fue cuando nos unimos a la OTAN, y el Kremlin nos advirtió que hacerlo tendría “duras consecuencias” para nosotros. Lo hicimos y no sucedió nada, de nuevo, Putin estaba fanfarroneando y lo vimos muy claramente. Una guerra nuclear está muy lejos porque Rusia sabe que tiene mucho más que perder en esa guerra. Hay muchos países en el mundo, en Occidente, que atacarían a Rusia y por eso no les interesa hacerlo, simplemente usan las amenazas para generar miedo.

La UE tiene una nueva Comisión en la que ECR cuenta con un vicepresidente, ¿qué va a cambiar con respecto al anterior mandato de Von der Leyen?

Sé que esta Comisión va a ser mejor que la anterior porque tiene que ser realista ante la situación geopolítica y se han preparado nuevas agendas debido a la guerra de Rusia en Ucrania. Estas nuevas políticas van a ser mucho más realistas. Por supuesto, no estoy contento con la nueva Comisión porque aún hay mucha ingenuidad y no hay bastantes miembros de partidos conservadores. Sin embargo, los miembros del PPE están sujetos en sus países a mucha presión política por parte de partidos conservadores y eso les obliga a actuar de una forma realista. Se acabo el tiempo de decir algo duro para luego actuar como la izquierda. Estoy seguro de que miembros de la Comisión Europea como Teresa Ribera serán un desastre, pero van a encontrar mucha resistencia en los próximos cinco años.

¿Y los Estados Unidos? ¿Qué espera del nuevo mandato de Trump?

Creo que en el primer mandato de Donald Trump se produjo un cambio en Europa, no un gran cambio, pero sí una tendencia a entender la nueva realidad. Estados Unidos había sido el proveedor de seguridad para nuestro continente y de Europa se podía decir que el “rey estaba desnudo”. Pensábamos que éramos muy fuertes, pero no nos habíamos preparado y nuestros presupuestos de defensa no eran suficientes. Con su segundo mandato, Europa sabe que no puede cometer más errores en lo relativo a su seguridad y tiene que hacer las cosas por sí misma. Ese es el mayor efecto que la elección de Trump tendrá en Europa y ahora toca aumentar nuestros presupuestos militares, traer de vuelta la industria para ser capaces de construir nuestras propias capacidades y no ser dependientes del exterior.

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