Hasta hace poco la depresión era la segunda causa de discapacidad. Hoy ya es la primera. La gráfica que refleja la progresión de esta dolencia parece fuera de control. Para explicar este fenómeno, que afecta muy especialmente a las sociedades más desarrolladas, se recurre a diferentes argumentos. Sin embargo, ninguno de ellos, de forma separada o conjunta, explica de forma consistente el auge imparable de esta dolencia. Hay algo que escapa al análisis de los expertos cuando comprobamos que muchas personas que realmente no están enfermas se muestran convencidas de que sí lo están. Quizá algo tenga que ver en todo esto el catastrofismo que domina el discurso político y los medios de información, fomentando un clima donde la gente acaba sintiéndose realmente enferma.
PODCAST con David Cerdá, consultor y docente, y Javier Benegas, escritor y editor de Disidentia.