El presidente del Gobierno ha decretado la revolución, pero no contra el capitalismo, ni contra la explotación de los obreros, ni en favor de ese inaprensible concepto llamado «justicia social», que sirve para todo pero no significa demasiado. No, Pedro Sánchez ha decretado una revolución desde el poder, contra los jueces, a los que su partido y sus socios califican de golpistas por cumplir con su obligación, contra el orden constitucional y, en definitiva, contra el ciudadano común, al que se le señalará como fascista, si se opone a la voluntad de poder del Presidente…
PODCAST con José Luis González Quirós, filósofo, ensayista y analista político, y Javier Benegas, editor de Disidentia.