Aplausos fingidos de los acólitos del líder socialista para celebrar la llegada de la mayor crisis, guerras a parte, de la historia moderna de España; la alternativa, el Partido Popular con su estrategia de sentarse y esperar a ver pasar el cadáver del adversario y heredar el poder; de fondo, en el papel de comparsas, el ruido y la polarización como sucedáneo del debate. Todo lo que nos rodea son los despropósitos de unos partidos ensimismados, muy lejos de la realidad de una sociedad que se debate entre el ser o no ser, la supervivencia o la ruina.
Foto: Pool Moncloa / Fernando Calvo
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