La intervención en la Tribuna del Congreso de esta mañana, sin  papeles, de Pablo Casado demuestra que estamos ante un líder con hechuras.
 
Su mayor mérito: ser el primer líder de la derecha, después de Fraga, que no debe su posición al dedo divino, ni  de Aznar ni de Rajoy. Ganó unas primarias pensadas por Maillo para consolidar otros cuatro años más a Rajoy. Esta es la cara.
 
La cruz: estar flanqueado por Cs y por VOX en las generales y tener el enemigo en casa. Políticos del PP que nunca musitaron una crítica a la inutilidad de Rajoy, se permiten ahora afilar los cuchillos a la espera de unas elecciones andaluzas más propias de Arenas  (Moreno es criatura de Arenas-Soralla) que de Casado.

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Guillermo Gortázar
Nací en Vitoria en 1951. Estudios en San Sebastián, Madrid y en La Jolla, California. He sido “político” cuatro años contra el franquismo por las libertades, entre 1972 y 1975. Licenciado en derecho y Dr. en historia. Después de quince años en los que trabajé en banca, enseñanza media y universidad, retorné a la actividad política en 1990: fui diputado en tres legislaturas, hasta mi dimisión en 2001; inmediatamente después, volví a mi plaza de profesor de historia en la Universidad. El cesarismo en el PP y el nulo o escaso debate político terminaron por convencerme que aquello (esto) no terminaría bien. He dedicado buena parte de mi obra reciente a criticar la deriva partitocrática que, a mi juicio, es la base de la crisis política española. Para ampliar estos puntos de vista, publico un blog diario. Sugiero consultar libros y publicaciones en mi página web personal.