La alarma generada respecto de la difusión de bulos y noticias falsas en las redes sociales parece ser más producto del pánico moral desatado desde algunos núcleos de poder que del empirismo. En realidad, la amenaza más peligrosa a la que nos enfrentamos no son los bulos, es la censura. Lo advertía Revel antes de que las redes sociales existieran, la ocultación de la verdad es la mentira en su forma más elemental y peligrosa…
Lo que Benegas denuncia aquí es tal vez una de las fake news más prestigiosas y persistentes, un reflejo nítido de que muchos que se suponen woke, o más en general, listísimos necesitan asumir que la gente es completamente lerda, muy manipulable, torpe hasta decir basta. Y es verdad que cuando constituimos cualquier tipo de masa no somos el mejor ejemplo de inteligencia ni de virtud, pero no es verdad que esas explosiones, y cualesquiera otros comportamientos que nos resulten deplorables, dependan de ninguna manipulación. Creer lo contrario es soberbia y una estúpida sumisión a las estrategias de propaganda de loas industrias correspondientes.
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