Antonio Maria Rinaldi es uno de los políticos italianos más reconocidos y populares de la actualidad. Sus intervenciones en radio y televisión, su contundencia y claridad en sus opiniones y sus confrontaciones dialécticas con sus adversarios políticos ya son antológicas y lo han convertido en una personalidad mediática indiscutible y apreciada.
Rinaldi nació en Roma en 1955 y es economista y profesor universitario. Ocupó puestos de relevancia en la banca italiana, en la Comisión Nacional de Sociedades y Bolsa y fue director general de la Compañía de Financiamiento de Hidrocarburos, matriz financiera del Ente Nacional de Hidrocarburos (ENI). Hoy es diputado de Lega per Salvini en el Parlamento Europeo, que integra el grupo Identidad y Democracia, además de ser un referente ideológico del soberanismo italiano y un agudo critico de las políticas económicas de la Unión Europea.
Las reformas y proyectos impulsados por el Gobierno Meloni, con el sostén del vicepresidente y ministro de Infraestructura Matteo Salvini y su partido, también han renovado el debate acerca de la organización territorial en Italia. Antonio Maria Rinaldi despeja dudas acerca de asuntos como el modelo centralista del Estado, el autonomismo federalista, las coincidencias y diferencias en el Gobierno y también sobre el futuro de Italia y Europa.
En España la construcción del llamado Estado de las autonomías trajo aparejados problemas tan graves que culminaron en la pretensión separatista de algunas Comunidades Autónomas, amenazando la unidad del Estado. ¿La idea autonomista de Lega para Italia se asemeja al modelo de las autonomías en España?
No, aquí hace falta aclararlo. La Lega prevé desde hace muchos años la autonomía administrativa tal y como contempla la propia Constitución Italiana, que estipula regiones con un estatuto especial. Por ejemplo, sabemos muy bien que Sicilia tiene un régimen particular. Esto significa simplemente que la autonomía tiene como finalidad relacionar directamente al ciudadano con el gobierno local en determinados asuntos. Dado que en Italia históricamente existe un sistema burocrático central muy fuerte, esto también es una incomodidad, es decir, un inconveniente para los propios ciudadanos, mientras que, en cambio, el hecho de contar con autonomías, como ocurre en muchos otros Estados de la Unión Europea, pone al ciudadano y también a las empresas en contacto más directo con las administraciones locales. Por ello, la Lega contempla la posibilidad de que las regiones puedan tener una autonomía mayor de la que tienen actualmente, por ejemplo, en materia de recaudación de ciertos impuestos y autorizaciones administrativas.
Estamos atravesando momentos muy particulares y vemos que Alemania, que es quien ostenta el liderazgo económico de la Unión Europea, por primera vez en mucho tiempo se encuentra en enormes dificultades
Así que no hay paralelismo con otras autonomías, como en España, que en realidad quieren crear un nuevo Estado independiente. En Italia es algo completamente diferente y desgraciadamente hay mucha confusión en este aspecto. Hoy es sólo una cuestión de autonomía administrativa que nada tiene que ver con el secesionismo ni con la ruptura de la unidad nacional.
Sin embargo, hubo momentos en la historia de Lega en que una de las banderas históricas y seña de identidad del partido, como es el federalismo, acabó acercándose peligrosamente al independentismo…
Lega per Salvini Premier es un partido federalista italiano y el federalismo es una doctrina política que promueve la administración regional en un mismo Estado descentralizado. Y esto lo vemos, repito, en muchas naciones europeas, en la propia Alemania o Suiza, donde tienen un federalismo que permite que los distintos Lander tengan autonomía. Esto finalmente beneficia a los ciudadanos y al sistema empresarial que tienen una relación más directa y no centralizada, que a menudo retrasa mucho la gestión y, sobre todo, que no comprende exactamente las necesidades del territorio. Le diré más, de esta forma se fortalece aún más al país, sobre todo a un país como Italia que cuenta con una diversidad increíble pero que está unido por valores comunes, Al exaltar esas características diferentes se tiene la posibilidad de poder gestionar mejor el territorio y de esa manera, sin duda, toda Italia tendría una ventaja que hoy no posee.
Sin embargo, los otros partidos aliados en la coalición de centro derecha y el gobierno tienen una idea diferente sobre la organización territorial…
Creo que sobre todo hay que preguntar a los ciudadanos, porque los ciudadanos, para nuestro concepto de democracia, son los verdaderos “accionistas” del país, por utilizar una figura económica, y por lo tanto lo que los ciudadanos deciden es sagrado para nosotros. Y por supuesto, pienso que los italianos están completamente de acuerdo en dar más autonomía administrativa al territorio en el que viven ya que ello significa mucha más empatía, cercanía, mucha más rapidez y eficacia en solucionar problemas locales. Desgraciadamente en Italia hoy en día nos morimos de burocracia. Eso es todo respecto al federalismo y la autonomía. Para nosotros el hecho de disminuir esta presión, incluso desde el punto de vista técnico de la relación entre los ciudadanos y el Estado, es clave y visto como algo positivo y necesario.
En Italia existe entendimiento entre los partidos políticos de centro derecha que forman gobierno. ¿Sucede algo parecido en el Parlamento Europeo entre los grupos más afines ideológicamente como Identidad y Democracia y Conservadores y Reformistas Europeos e incluso con algunos miembros del Partido Popular Europeo?
En este asunto hay que hacer una distinción. En el Parlamento Europeo la situación es algo diferente a la de los Estados miembros de la Unión. Es decir, en el Parlamento Europeo, por razones organizativas e históricas, dentro de los grupos parlamentarios hay diferentes sensibilidades. Incluso también en el PPE y en el Partido Socialista a veces es difícil acordar una única posición. Esto lo vemos durante las votaciones cuando, por ejemplo, ante una misma cuestión hay partidos que votan divididos porque cada uno tiene su propia filosofía, su propio credo. Así que el Parlamento Europeo no es asimilable a lo que pasa en Italia dónde hay tres partidos en el Gobierno, a saber, Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia y que pertenecen a tres familias distintas de grupos europeos pero que tienen un objetivo en común. Los grupos parlamentarios de la Unión Europea no son como los italianos, digamos nacionales, son muy diferentes. Nosotros en Identidad y Democracia tenemos sin duda una mayor afinidad con los Conservadores y Reformistas y eso es evidente en los resultados de las votaciones. Pero le diré más, incluso dentro de Identidad y Democracia, donde la Lega ostenta la presidencia, vemos que muchas veces tanto la delegación de los franceses como la de los alemanes, votan diferente. Esto es normal porque cada país tiene una exigencia, interés y necesidad y nosotros las respetamos y entendemos perfectamente.
Teniendo en cuenta esta situación y a pesar de ello ¿es posible construir una Italia diferente, más libre y soberana?
Es una buena pregunta. Eso esperamos, porque, también hay un aspecto que generalmente se subestima: Italia es la segunda potencia manufacturera de la Unión Europea después de Alemania, no lo olvidemos. Es necesaria una Italia fuerte para que Europa también lo sea. Si Italia está de rodillas, Europa también lo está. Estamos atravesando momentos muy particulares y vemos que Alemania, que es quien ostenta el liderazgo económico de la Unión Europea, por primera vez en mucho tiempo se encuentra en enormes dificultades con un alto déficit en la balanza de pagos. En efecto, el hecho de tener al menos un país como Italia fuerte tanto económica como políticamente, es una ventaja para Europa. Como se suele decir, la unión hace la fuerza, pero es fundamental y necesario que cada país también lo sea.