“La frase que mejor define la peligrosa deriva de Europa es «No tendrás nada y serás feliz». Hay razones más que suficientes para sospechar que esta frase no es en absoluto inocente, pues con ella se define un sistema en el que todo será accesible mediante servicios controlados. Este sistema podrá ser explotado para restringir la libertad. Si la propiedad privada desaparece y todo son bienes y servicios compartidos, será muy fácil para las élites controlar a los ciudadanos: les bastará amenazarles con impedirles el acceso a esos bienes o servicios para que sean buenos chicos”.
En No tendrás nada y (no) serás feliz, Javier Benegas analiza, con una prosa ágil y amena, las potentes y alarmantes señales de un empobrecimiento planificado y dirigido contra los ciudadanos europeos. A primera vista puede parecer que este empobrecimiento es fruto de la incompetencia, y en ciertos casos es así. Pero no, no es sólo fruto de la simple incompetencia. Ni siquiera los políticos y tecnócratas europeos pueden ser tan estúpidos. Detrás de sus políticas hay algo más siniestro que la impericia. Hay ideología, injerencias extranjeras, traiciones… y corrupción.
Benegas comienza diseccionando la frase que mejor sintetiza la actual deriva de Europa «No tendrás nada y serás feliz», cuyo origen se remonta al Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) de 2016, concretamente aparece en un artículo publicado y, después, republicado por la revista Forbes, titulado «Welcome to 2030: I Own Nothing, Have No Privacy, and Life Has Never Been Better» (Bienvenido a 2030: No poseo nada, no tengo privacidad y la vida nunca ha sido mejor), cuya autora es Ida Auken, exministra de Medio Ambiente de Dinamarca.
Desde este punto de partida el autor nos descibrirá ya en las primeras páginas del libro el oscuro conflicto de intereses de su «inspirada» creadora, despertando nuestra curiosidad y alarma, para inmediatamente después guiarnos en un azaroso viaje donde irán apareciendo piezas de un rompecabezas que va cobrando sentido página a página y capítulo a capítulo. Estas piezas son clave para entender que, aunque llena de improvisaciones, chapuzas y oportunismos, la conspiración del empobrecimiento no es un delirio: es una conspiración real, peligrosamente real. Y tiene un fin.
«Un sistema en el que todo es accesible mediante servicios controlados podrÁ ser explotado por tecócratas autoritarios para restringir la libertad de los ciudadanos»
Javier Benegas
Ya el capítulo primero, «El abismo», retrata con cruda nitidez la mudanza de las élites a un entorno privilegiado y alejado del comun, La Ciudadela. Y cómo más allá de ese lugar de plácida grisura, seguro y confortable, las personas corrientes han de enfrentar cada vez mayores dificultades, desafíos y amenazas. «Europa lleva demasiado tiempo edificándose sobre esta diferencia, la de los vastos pastos verdes y abiertos (cada vez menos verdes y abiertos), donde deambulan las ovejas, esto es los comunes, a expensas de cualquier contingencia, y las ciudadelas convenientemente aisladas y seguras, en las que el mañana no supone ninguna inquietud, porque allí está asegurado, y el futuro no es más que una abstracción, una extrapolación numérica que es planificada», escribe Benegas.
Esta separación será clave desde el principio, porque sin ella no será posible entender la falta de empatía y la sociopatía de la clase dirigente europea actual, capaz de cualquier cosa con tal de mantener su posición, incluso condenar al prójimo a la miseria convenciéndole de que la pobreza, su pobreza, será la virtud que salvará al mundo.
A partir de ahí, el libro no dejará asunto por tratar y diseccionar con la precisión de un láser. La inmigación masiva muslmana, la creciente inseguridad, el hundimiento de la natalidad, la ofensiva de las élites contra el gobierno del pueblo (la democracia) mediante diferentes estratagemas, como la emergencia climática, el boom académico del decrecentismo. Especialmente importantes son los capítulos que explican de manera muy convincente el colapso del modelo socialdemócrata, que desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha sido omnipresente en Europa, y el sospechoso desmantelamiento industrial del viejo continente, cuyo exponente más llamativo es el hundimiento concertado de su industria automovilística.
Benegas también pone el foco en la alargada sombra de China, que se proyecta sobre Bruselas. La mano que mece la cuna de las «incomprensibles» y ruinosas directivas Europeas. ¿Corrupción?, ¿sobornos?, ¿injerencia extranjera?: «Nada de lo que se impone en la Unión Europea respecto de la inidustria del automóvil puede entenderse más allá de que en Bruselas hayan enloquecido… o vendido al mejor postor».
No tendrás nada y (no) serás feliz es más que un libro. Es una guía estratégica imprescindible. No es una monolítica teoría del todo que el lector, como un alumno de bachillerato, deba leer de principio a fin, sin descanso, para llegar a la gran conclusión final. Cada capítulo es una clave en sí mismo. Contiene una historia, una revelación y una conclusión. Así el lector puede sacar provecho de su lectura pausadamente, sin necesidad de atiborrarse de páginas. En cada uno de los capitulos encontrará revelaciones, descubrimientos y herramientas para hacer frente a una amenaza real: el plan para desproveerle de cualquier posesión, dejándole inerme frente al poder administrativo para, finalmente, privarle de su más preciado bien: la libertad.
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