La democracia no es algo facultativo. No se pueden coger de ella sus virtudes y sustituir sus defectos a voluntad por las supuestas ventajas de las dictaduras, ni siquiera en una situación excepcional como una epidemia. China puede afrontar esta crisis sanitaria como lo hace, no porque sea mejor, sino porque es una dictadura. Su paradigmática eficiencia no se basa tanto en una supuesta inteligencia superior, una mejor gestión o a que sus líderes los tengan cuadrados, como en el hecho de que el gobierno chino puede hurtar la información, actuar de espaladas al escrutinio público y operar al margen de cualquier control. Así que, si se quiere emular esta eficiencia, la solución pasa por imponer un régimen autoritario. Es decir, para emular a China hay que convertirte en China. Y esto no es un menú a la carta: es plato único…..
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