No hace falta ser un avezado analista para comprobar que el pánico moral se ha apoderado de la política. Si echamos la vista atrás, descubriremos que prácticamente en casi todas las polémicas que han capitalizado la atención de la opinión pública y la confrontación política en España se adaptan como un guante a este concepto. Desde el ‘caso de la manada’, pasando por la forma abusiva en que se abordó la pandemia o los cánticos del colegio mayor Elías Ahuja, hasta llegar al escándalo del beso de Rubiales a Jenni Hermoso, y ahora el polilingüismo, el pánico moral ha sido el mecanismo empleado, especialmente por la izquierda, para controlar la política.