Suecia: el monstruo amable. Segunda parte

Este vídeo forma parte de una serie sobre corrección política e ingeniería social que el programa El Quilombo, dirigido por el periodista Luis Balcarce, Jefe de Redacción de Perdiodista Digital, irá produciendo semanalmente. Esta serie contará con la participación de Javier Benegas, Editor Jefe de Disidentia.

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Esta nueva entrega es la segunda parte de «Suecia: el monstruo amable», y desarrolla la idea de que Suecia habría evolucionado hacia una sociedad cercana a la célebre distopía de Aldous HuxleyUn Mundo Feliz. Estaría gobernada por una oligarquía tecnocrática que había inculcado en la gente una mentalidad materialista, la costumbre de recurrir al Estado para todo. Prevalecía así una actitud conformista mientras la libertad no representaba un valor fundamental. Las leyes y las normas estaban determinadas sólo por razones de índole técnico o práctico; nunca por consideraciones de carácter ético o moral.

Hans Magnus Enzensberger, en su ensayo Otoño Sueco (1982), se sorprende de la aparente falta de egoísmo en la política, de la generosidad de todo el mundo, de tanta tranquilidad: “¿Tal concordia, tanta solidaridad y olvido de sí mismos en el seno mismo del capitalismo? Caminaba a lo largo de las enormes ciudadelas de piedra y ladrillo de Östermalm con sus torres color verdín, esos monumentos de la burguesía sueca convertidos en piedra y, ¿debo decirlo?, una duda me heló. Me pregunté cuál era el precio de esta paz, el costo político de esta reeducación y me puse a olfatear por todas partes. Y descubrí el olor a moho de una omnipresente, dulce y despiadada pedagogía”.

Foto carátula: Sarah Diniz


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