El verdadero demócrata no debe aceptar que, mientras los edificios arden y las calles son literalmente arrasadas, los políticos se dediquen a hincar la rodilla. Existe una jerarquía y un orden que deben respetarse por encima de todo, porque sólo dentro de ese orden podemos debatir, confrontar ideas y llegar a acuerdos sabiendo que nuestros derechos están salvaguardados. Burlar este orden mediante la contraposición de una supuesta violencia estructural invisible a la violencia visible que arrasa las ciudades sirve para desplazar el foco de la conducta inaceptable de los amotinados hacia la propia democracia, y establecer que es el régimen democrático lo que está mal….
La gran ofensiva contra la libertad
![](https://i0.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2020/06/la-dictadura-de-las-almas-bellas.jpg?fit=1920%2C1078&ssl=1)