En Inglaterra, un propietario encuentra un extraño en su finca y en vez de pegarle un perdigonazo, como se haría en España, le pregunta May I help you?. ¿Puedo ayudarle en algo? Que de verdad significa: ¿Qué carajo hace Vd. en mi propiedad?
El resultado es que los políticos españoles regresan a España con la idea de que son unos «campeones».
Por contra, en Europa y en Norteamérica no se concibe un compromiso político falso ex inicio. Alguien debería decirle a la Sra. Merkel que en España, desde la década de 1980, eso es lo habitual.
Por ejemplo cuando Pedro Sánchez dice: «El Gobierno responde a Bruselas que hará un ajuste mayor que en los cuatro últimos años de Rajoy».
Es similar al tema de la OTAN de Felipe González: «De entrada, no» y convoca un referendum con la consigna: de entrada, sí. O Aznar, apostando por la reducción del tamaño del Estado; o Rajoy asegurando en 2011, que derogaría la ley de memoria «histérica».
Total, que entre que los españoles no se enteran y los europeos son fácilmente engañados con buenas palabras de trileros, el resultado es que vamos como vamos.