A fuerza de verlo nos parece normal, pero las pegatinas obligatorias en el coche son una buena expresión de la enfermedad intervencionista europea y de falta de respeto al derecho de propiedad.
La excusa: el Estado vela por nuestra salud.
Sometidos por unos políticos controladores, en Europa en general y en España en particular, no nos percatamos del elemento nazi o estalinista (en cualquier caso, estatista) que tiene nuestra calificación y señalización pública por medio de las pegatinas.
No nos percatamos del elemento nazi o estalinista que tiene nuestra calificación y señalización pública por medio de las pegatinas
En la época de Franco había que llevar a la vista la tarjeta de identificación fiscal. El PSOE nos impuso el negocio de las ITV (negocio sobre todo para el hijo de Pujol y otros con las concesiones) y ahora la pegatina del nivel de contaminación.
En los Estados Unidos, que algo saben de coches, no hay obligación alguna de llevar ninguna pegatina. El Estado no vela por nuestra salud. Cada cual es responsable de cumplir las obligaciones de seguridad y contaminación. Hay unas normas y se cumplen. No hay ITV ni nadie te dice lo que te va a durar tu coche ni si tiene que ser diésel o híbrido.
Simplemente se respeta el derecho de propiedad.
En un país libre no te ponen pegatinas.
Foto: Carlo D’Agnolo