George Simion es miembro de la Cámara de Diputados de Rumanía, presidente y fundador del partido AUR (Alianța pentru Unirea Românilor – Alianza para la Unión de los Rumanos) y que hoy lucha por encabezar las preferencias de los rumanos en vista a las elecciones presidenciales y también europeas del 2024.

Publicidad

Según las encuestas electorales, está muy cerca de conseguirlo, afirmando un crecimiento explosivo de un partido nuevo -nacido en 2019- con ideas conservadoras y nacionales. “Familia, Patria, Fe y Libertad” son sus principios fundacionales, pilares también del pensamiento conservador que comparte con otras fuerzas políticas europeas en alza.

George Simion es un economista e historiador que conoce muy bien los crímenes del comunismo, pero si algo lo caracteriza es su popularidad, que proviene de una intensa lucha en la sociedad civil por los derechos fundamentales y la unidad de los rumanos dentro y fuera de su país. Ese recorrido lo llevó finalmente a la política, con un perfil personal muy particular: es temperamental y directo en sus afirmaciones, y ello demuestra fortaleza y seguridad en sus convicciones, conectando con una ciudadanía deseosa de una nueva forma de hacer política, cercana con la gente. Probablemente esto también sea una de la claves del  éxito de su partido.

-Desde la caída del comunismo en 1989, los ciudadanos de su país han avanzado gradualmente en la construcción de una sociedad libre y democrática. Sin embargo, los partidos tradicionales no han conseguido acabar con un problema tan grave como la corrupción, que afecta, entre otros, a los más desfaborecidos. Hoy, su partido tiene la oportunidad de convertirse en la principal fuerza política, tanto en las elecciones europeas como en las generales del año que viene. ¿Cuáles son sus prioridades y las vías para cambiar la situación en Rumanía?

George Simion: La Rumanía actual es un Estado cautivo, un Estado estrangulado por sus dos principales partidos, los socialdemócratas y los llamados liberales, que la han llevado al borde del abismo. Necesitamos urgentemente una transformación radical y fundamental. Nuestro partido, la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), que fundamos hace menos de 4 años y que ocupa el 10% de los escaños del Parlamento rumano, es actualmente la única fuerza de oposición auténtica.

Hace unos meses, lanzamos un programa de gobierno nacional llamado “Reconstruir Rumanía”. A día de hoy, somos el único partido que se ha atrevido a anunciar una serie de medidas e iniciativas con las que cambiaremos Rumanía a mejor. Me gustaría mencionar algunos de los 15 puntos de nuestro Programa: “Explotar los recursos naturales y las empresas estratégicas”; “Garantizar la seguridad energética y reindustrializar Rumanía”; “Hecho en Rumanía”; “Hacer frente al declive demográfico – fomentar la natalidad y la familia”; “Revivir la aldea rumana y el hogar campesino”; “Proteger nuestra identidad y nuestro entorno natural”.

Nuestro compromiso es que el gobierno de AUR reconstruya Rumanía y eleve el nivel de vida al nivel medio de la Unión Europea. Los rumanos no son en absoluto inferiores a los demás ciudadanos de los Estados miembros y no merecen un trato diferente. Además, el empecinamiento y la virulencia con que Austria se niega a aceptarnos en el espacio Schengen no tienen justificación alguna.

-Ha mencionado Schengen. ¿En qué medida mejoraría la situación económica con la adhesión de Rumanía al espacio sin fronteras?

George Simion: Rumanía está legalmente obligada a formar parte de Schengen por el Tratado de Adhesión que firmó en 2005. Además, desde hace muchos años, nuestro país cumple todos esos criterios técnicos. Como sabe, se requiere unanimidad para que un Estado se adhiera a Schengen. Hoy nos encontramos en la desagradable situación de ser retenidos a las puertas de Schengen por Austria, que desinforma e invoca falsas razones contra Rumanía y Bulgaria.

Por supuesto, nuestra adhesión tendría importantes ventajas económicas. En primer lugar, la supresión de los controles fronterizos supondrá una considerable disminución del tiempo de viaje, tanto para los transportistas de mercancías diversas como para los turistas. Es bien sabido que los transportistas esperan hoy decenas de horas en las fronteras, lo que causa gravísimos problemas de abastecimiento o de producción. Rumanía, fuera del espacio Schengen, está menos integrada en una Unión en la que estamos desde hace más de 16 años. Es inaceptable y un grave insulto para Rumanía que Austria siga expresando su oposición a nuestra adhesión.

-Volvamos a la escena política rumana. ¿Existen actualmente otras fuerzas políticas con las que AUR pueda llegar a un acuerdo para construir un país más próspero, pacífico y libre?

George Simion: Desde el principio, hemos dicho que AUR sólo se aliará con el pueblo rumano. Y mantendremos nuestra palabra. Estamos dispuestos a que AUR forme gobierno en 2024. Esto es lo que prometimos a los rumanos y esto es lo que tenemos que hacer.

En cuanto al Partido Socialdemócrata y al Partido Nacional Liberal, que han gobernado nuestro país, por separado o juntos, en los últimos treinta años, son precisamente los que han llevado a Rumanía al desastre económico y social en el que nos encontramos. Estos dos partidos son los culpables -quizás no los únicos, pero sin duda son los principales responsables de la situación actual.

Para reconstruir Rumanía, AUR necesita el mayor número posible de votos de los rumanos que viven en nuestro país y en el extranjero. Fijémonos en lo que ha ocurrido en Hungría y en el éxito que ha tenido Fidesz en sus últimas elecciones parlamentarias: un verdadero modelo en cuanto a la transformación de un país sobre una base soberanista y conservadora.

-Hablando de Hungría, el verano pasado el Presidente de Rumanía visitó Budapest. ¿Qué opina al respecto?

George Simion: Mi país ha tenido la desgracia -un término que nuestro propio jefe de Estado utilizó en un contexto totalmente desafortunado y embarazoso para él- de estar dirigido por Klaus Iohannis desde 2014. Este hombre se ha “ganado” una enorme falta de respeto a nivel internacional. El ejemplo más reciente es su misma visita a la capital de Hungría. El día en que el presidente de Rumanía se encontraba de visita oficial en Budapest, el primer ministro Orbán, el verdadero líder de Hungría, organizó un viaje al extranjero de la manera más conveniente. Esta es la consideración que los líderes mundiales tienen por Klaus Iohannis. 2024 será también el año en que el presidente más mediocre de la historia de Rumanía termine su segundo y último mandato.

-Antes ha mencionado a los rumanos que viven más allá de sus fronteras nacionales. Para lograr un buen resultado electoral y llevar a cabo su programa político, es muy importante atraer a la numerosa “diáspora rumana”, así como a las minorías étnicas e incluso religiosas de su país. ¿Qué propone AUR para atraerlas a su proyecto político?  

George Simion: Es cierto: tenemos, y no me complace admitirlo, una diáspora muy numerosa. Más de seis millones de ciudadanos rumanos viven fuera de Rumanía. Podríamos decir, sin exagerar, que hay una segunda Rumanía más allá de Rumanía. Hay muchas razones por las que la emigración rumana es tan numerosa, pero la principal es la razón económica. La causa de este fenómeno es, en primer lugar, la diferencia entre el nivel de vida y de ingresos en comparación con los países de Europa Occidental, una realidad que AUR tiene la responsabilidad de cambiar.

Una de nuestras políticas más importantes será reducir el éxodo y acelerar la repatriación de rumanos, facilitándoles una vida mejor en su país. Como le he dicho antes, nuestro objetivo es elevar el nivel de vida al menos a la media de la UE. Para ayudarles a volver a casa, los rumanos necesitan previsibilidad, seguridad y mejores ingresos. Esto es lo que tendremos que hacer.

De hecho, necesitamos mucho el apoyo de los rumanos de todo el mundo. Lo que es muy alentador para nosotros es que AUR sea visto como la única alternativa y la esperanza de todos. AUR es el partido de los rumanos, estén donde estén.

También ha mencionado a las minorías que viven en Rumanía. Creemos que el Estado tiene la obligación de garantizar la protección y el respeto de la identidad cultural, étnica y lingüística de todos.  Apoyamos inequívocamente los derechos constitucionales y legítimos de toda persona perteneciente a minorías nacionales. No es casualidad que tengamos, entre nuestros miembros, a muchos colegas de una etnia diferente a la rumana. Nos alegramos de tenerlos entre nosotros y acogeremos a todos aquellos que compartan nuestros valores e ideales. Una nueva Rumanía, la que AUR quiere y construirá, necesita de todos.

-Respecto a los rumanos en el extranjero, el acercamiento a Moldavia es otro de sus objetivos políticos. ¿Qué pasos se han dado en este sentido y de qué depende el entendimiento y el progreso con Moldavia en la construcción común del futuro de ambos pueblos?

George Simion: El único futuro común para Rumanía y la República de Moldavia es la reunificación. Una Gran Rumanía de nuevo en una Unión Europea de Estados soberanos que cooperen económicamente. Este es nuestro principal objetivo político e histórico.

En 1940, como resultado del infame pacto firmado por los ministros de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi y la Rusia estalinista, el pueblo rumano quedó dividido, una dolorosa realidad a la que tenemos la obligación de poner fin y reunificar nuestra nación. La frontera entre Rumanía y la República de Moldavia tiene más de 680 km, una demarcación injusta que nunca debió existir. Cuando Moldavia, al otro lado del río Prut, vuelva a donde pertenece, es decir, dentro de las fronteras de Rumanía, habremos cumplido un ideal existencial. Rumanía es la patria de los rumanos a ambos lados del Prut.

Concretamente, para que la reunificación efectiva se produzca de la forma más fácil y coherente posible, desarrollaremos políticas para unificar todo, desde las infraestructuras de transporte, el sistema sanitario y educativo, los servicios, etc.

Recordemos que, hace unos meses, el Parlamento de Chisinau votó un proyecto por el que se declaraba el rumano lengua oficial. Aunque supusiera, de hecho, aplicar una sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en 2013, fue un verdadero acto de justicia y reparación histórica.

Le diré algo más. Hoy casi la mitad de la población moldava tiene también la ciudadanía rumana. La República de Moldavia es un caso único en Europa. De todos los vecinos exteriores de la UE, Moldavia tiene el mayor porcentaje de ciudadanos de un Estado miembro, que es, por supuesto, Rumanía. Probablemente, en menos de un año, los ciudadanos rumanos -y, por tanto, europeos- de la República de Moldavia serán mayoría.

En resumen, el futuro de Bucarest y Chisinau sólo puede ser un futuro común. Los rumanos de ambas orillas del río Prut tienen derecho a la unidad nacional.

-¿Puede la reunificación de Rumanía con Moldavia ser una condición para la estabilidad en esta parte de Europa?

George Simion: Absolutamente. Debemos derrocar esta división arbitraria dictada por dos de los mayores tiranos de la historia, Hitler y Stalin, y contribuir, mediante nuestra reunificación como nación, a garantizar el equilibrio geopolítico y la estabilidad en el sudeste de Europa. Una fuerza genuinamente nacional como AUR puede crear las condiciones para tal empresa histórica.

-AUR es un partido patriótico, que comparte valores conservadores como “Familia, Nación, Fe y Libertad”. Recientemente hemos visto el apoyo recibido de muchos eurodiputados, tanto de los grupos Identidad y Democracia (ID) como de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Las próximas elecciones europeas serán cruciales para definir el rumbo de la Unión Europea. ¿Qué propondrá la AUR para construir un bloque alternativo en la UE, que tenga en cuenta tanto a las “familias políticas” conservadoras como a las identitarias?

George Simion: De hecho, no lo hemos ocultado: mantenemos muy buenas relaciones tanto con los representantes del ECR como con los del ID. Siempre hemos discutido y hemos estado abiertos al diálogo con todos aquellos que defienden y persiguen la misma causa que nosotros.

Nuestro principal interés es que, a partir de junio de 2024, nos unamos a las fuerzas soberanistas que tendrán un peso significativo en el próximo Parlamento. Algunos dicen que la unidad a nivel europeo es un objetivo inalcanzable. Es cierto, hay algunas cuestiones delicadas que complican tal empeño.

Por otra parte, estamos en una situación que no nos ofrece muchas opciones. Creemos que en una guerra de este tipo -una guerra cultural, si se quiere- sólo la alianza más amplia posible puede tener éxito frente a un enemigo de una capacidad tan fantástica como el globalismo con todas sus ramificaciones. En tal contexto, lo que debe prevalecer, desde nuestro punto de vista, será hacer todo lo que esté en nuestra mano, en el Parlamento Europeo y en todas partes, para impedir que la locura neomarxista se haga con el control total de Europa. De lo contrario, corremos el riesgo de perder nuestra libertad y todo lo que define nuestra propia existencia.

-El mapa geopolítico de Europa del Este se ha complicado con la invasión rusa de Ucrania. También hay disputas históricas entre varias naciones de la región, aún sin resolver, que dificultan llegar a acuerdos en temas donde no debería haberlos, como la defensa de la identidad europea y occidental, la familia, la soberanía nacional y la oposición a las políticas “woke”, el fanatismo climático y otras cuestiones que afectan a las libertades de las personas. ¿Cuál es su visión para resolver estas cuestiones?

George Simion: Como he mencionado antes, debemos buscar todas las vías y opciones posibles para trabajar juntos y acordar una estrategia común. El enemigo tiene muchas caras. Ya sea el programa Green Deal que amenaza nuestra seguridad energética, la histeria del cambio climático, la ideología de género o las tonterías de los woke, todas estas amenazas a nuestro modo de vida tradicional hacen necesario que reaccionemos y contraataquemos.

Para defender nuestros derechos y libertades y preservar nuestra identidad y soberanía nacionales, tendremos que ganar esta dificilísima guerra. No se trata sólo de nosotros, sino sobre todo de las generaciones venideras y de la preservación de un patrimonio existencial.

-Antes de concluir, díganos cómo ve el resultado de las elecciones europeas de junio de 2024 en lo que respecta al partido AUR. ¿Qué ocurrirá después del 9 de junio de 2024 en lo que respecta a las fuerzas conservadoras de Bruselas?

George Simion: Como usted ha dicho, las próximas elecciones al Parlamento Europeo son extremadamente importantes. Hoy estamos en condiciones de ganar estas elecciones y haremos todo lo posible para lograr este objetivo. Figuras públicas muy importantes se unirán a nosotros en un futuro próximo.

Esperamos obtener al menos entre 10 y 12 escaños en el Parlamento Europeo, del total de 33 que le corresponden a Rumanía. Tenemos que enviar una señal fuerte. Los rumanos están hartos de ver sólo políticos sin carácter en el Parlamento Europeo. Quieren patriotas que luchen con fuerza por su nación y que defiendan aquellos valores por los que merece la pena sacrificarse.

Junio de 2024 será un momento decisivo no sólo para Rumanía, sino también para los demás Estados miembros. Las expectativas son muy altas. Solo los esfuerzos combinados en el próximo Parlamento Europeo nos darán la fuerza necesaria para aniquilar el peligro del progresismo. Creo firmemente en una nueva UE: una UE con padre y madre, no con “padre 1” y “padre 2”, una UE en la que cooperemos como iguales y seamos nosotros quienes tomemos las decisiones.

Por otra parte, sin embargo, estas elecciones deben servir de trampolín, porque son sólo las primeras de un ciclo electoral muy amplio: las cuatro vueltas de las elecciones que se celebrarán el año que viene en Rumanía. No creo que a nadie le sorprenda nuestro ascenso, porque somos el único partido responsable que trabaja día y noche por los rumanos.

Al mismo tiempo, admito que no aspiramos a ganar las elecciones locales, pero debemos tener éxito en las parlamentarias y, por supuesto, en las presidenciales. Sólo si AUR proporciona el próximo presidente rumano podremos cambiar este gobierno irresponsable y revertir las decisiones que han llevado a Rumanía al borde del abismo y la han convertido en el hazmerreír de la escena internacional.

Foto: José Papparelli.

¿Por qué ser mecenas de Disidentia? 

En Disidentia, el mecenazgo tiene como finalidad hacer crecer este medio. El pequeño mecenas permite generar los contenidos en abierto de Disidentia.com (más de 2.000 hasta la fecha), que no encontrarás en ningún otro medio, y podcast exclusivos. En Disidentia queremos recuperar esa sociedad civil que los grupos de interés y los partidos han arrasado.
Forma parte de nuestra comunidad. Con muy poco hacemos mucho.
Muchas gracias.

Become a Patron!