Florencia, 3 de diciembre del 2023. La ciudad natal de Dante Alighieri, padre de la patria italiana, acoge el lanzamiento de un proyecto alternativo a la actual Unión Europea con vistas a las elecciones de este año. Matteo Salvini es el promotor y anfitrión del encuentro de los partidos soberanistas del continente bajo el lema Free Europe! Jobs. Security. Common Sense (¡Europa libre! Empleo. Seguridad.  Sentido Común”). La cita reunió a doce de sus líderes que encabezan en sus respectivos países las opciones políticas que se oponen al proyecto del “Super Estado, homologador de identidades europeas”. Representantes de veintisiete naciones con historias y perfiles muy distintos, pero con un origen y matriz cultural común, acuerdan en la capital toscana la búsqueda de políticas conjuntas que restituyan la independencia y soberanía nacional de sus miembros, las libertades democráticas ciudadanas y las economías locales. El Grupo Identity & Democracy (ID) Identidad y Democraciaya está en marcha con vistas a Bruselas.

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Esa consigna ha sido el núcleo del encuentro cuyo fin es el cambio de rumbo de una Unión Europea burocrática con vocación dirigista, intervencionista y anti nacional. Matteo Salvini se refirió al respecto: “Hoy he escuchado a amigos de diferentes países con diferentes culturas. El Grupo Identidad y Democracia es la unión de los diferentes. Creo que hoy es un día histórico, porque hoy puede ver la luz el Renacimiento de Europa, que se basará en el trabajo y en los derechos. Los europeos tendrán que elegir entre la libertad o el miedo y entre los derechos y el trabajo o el extremismo”.

Matteo Salvini
Matteo Salvini.

La iniciativa pretende desarticular las directivas nocivas de la UE que han frenado el desarrollo económico y la industria nacional poniendo trabas e infinidad de regulaciones absurdas. El refuerzo de la seguridad interior y la defensa de las fronteras europeas son otro de los pilares compartidos en los programas electorales de los partidos miembros. El grupo ID tiene también por delante la difícil tarea de romper con el cordón sanitario que sufre por parte de los grupos mayoritarios en el Parlamento europeo para poder avanzar con sus propuestas.

Para ello Matteo Salvini se propone llevar el exitoso modelo político de unidad italiano a la Unión Europea: “Por primera vez el centro-derecha unido y decidido puede ganar y liberar a Bruselas de quienes la ocupan por su propio interés. El centro-derecha en Europa sólo puede hacer la revolución si está unido. (…) Igual que estamos llevando a Italia de la mano para devolverla al crecimiento, sería un error fatal dividir el centro-derecha en Europa”.

El futuro de la Unión a corto, medio y largo plazo se definirá a partir del 10 de junio, con la continuidad de las mayorías populares y socialistas -en mutua sintonía-, o con un camino alternativo con el crecimiento de las opciones soberanistas, identitarias, patrióticas y conservadoras

El mensaje también iba dirigido a quienes como Antonio Tajani -vice primer ministro y líder de Forza Italia- no aceptan a algunos compañeros de ruta de Lega en Estrasburgo. El forzista afirmó “Salvini es un aliado y puede serlo en Europa, pero nunca haremos una alianza con Alternativa por Alemania y la señora Le Pen”, evidenciando que la voluntad de llevar el modelo italiano de gobierno a la UE no es tarea nada fácil.

Salvini es consciente de que Marine Le Pen, la infatigable líder de Rassemblement National, amiga y aliada histórica de la Lega, hoy juega un papel clave en este proyecto político alternativo. Su figura es incuestionable e innegociable para el italiano y su peso político en Francia, por ende, en la UE, es evidente. Con ello cuenta la iniciativa de ID y no será moneda de cambio bajo ningún concepto: “Entre Macron y Le Pen, la elijo a ella toda la vida. Somos la alternativa a los socialistas” y agregó: “¡Que no se equivoquen! Los que elijan a la Lega en las europeas eligen la alternativa a la izquierda, a los socialistas y a los comunistas”.

Por su parte, Antonio Tajani reiteró que: Estamos por una alianza de centro-derecha de conservadores, liberales y populares”. Según sus palabras, puede interpretarse que prefiere una alianza con Giorgia Meloni -Conservadores y Reformistas Europeos (ECR)-, Emmanuel Macron -Renovar Europa (RE)-, antes que con Matteo Salvini y sus aliados Marine Le Pen y Tino Chrupalla, ambos en ascenso en sus respectivos países.  Habrá que estar atento a la decisión y la dirección política de su partido en el seno de la UE teniendo en cuenta que este año también se elige la presidencia de la Comisión Europea, hoy encabezada por Ursula von der Leyen. La actual presidente es miembro de la CDU alemana, miembro del PPE liderado por Manfred Weber, y ambos tienen muy buena sintonía con la presidente Giorgia Meloni.

Podemos ver aquí un delicado juego de equilibrio por parte de los referentes políticos del gobierno italiano frente a las próximas europeas. Sin embargo, Salvini ha tranquilizado a sus socios de gobierno y a sus electores: “Con Giorgia Meloni y Antonio Tajani trabajo muy bien, no hay duda de que el Gobierno durará cinco años, hasta 2027. El Gobierno italiano no está en absoluto en cuestión, sería una oportunidad perdida no cambiar Europa y seguir haciendo lo que se hizo durante décadas con el liderazgo socialista porque está a la vista de todos”.

Al respecto, Alessandro Sallusti, director del periódico Il Giornale, escribió al día siguiente del encuentro en Florencia:

Matteo Salvini confirmó que es Matteo Salvini. Y todo el mundo se sorprendió. Sí, ¿qué dijo de extraño Matteo Salvini en la reunión de soberanistas europeos para causar tanto revuelo? Nada que no se supiera, nada que sus aliados en el Gobierno nacional no tuvieran en mente cuando decidieron compartir con él la responsabilidad de dirigir Italia. Pues sí: a Salvini en realidad no le gusta la Unión Europea tal y como es, y en esto no piensa diferente a la mayoría de los ciudadanos europeos, ni siquiera de Giorgia Meloni que, como Primer Ministro, quizá no pueda decirlo tan tajantemente, aunque nunca ha ocultado que su objetivo es derribar los equilibrios políticos supranacionales. Todo este rencor de la izquierda contra el secretario de la Lega sólo tiene una justificación: Matteo Salvini y su partido dan miedo y despiertan envidias porque están vivos y coleando hasta el punto de contribuir hoy a la orientación del Gobierno nacional y, muy probablemente, mañana a la de un posible Gobierno europeo poco dispuesto a hacer acuerdos oscuros contra natura”.

Como afirma Sallusti, a pesar de lo complejo de los acuerdos y de las diferencias entre las fuerzas políticas europeas, la iniciativa y la voluntad del líder de Lega en la construcción de esa alternativa en Bruselas el próximo año no es descabellada ni imposible.

Salvini desde siempre ha sido un político poco corriente, con carisma, audaz en sus planteamientos que se desmarcan del canon de lo políticamente correcto. El pasado 3 de diciembre dio una muestra más de ello:

He releído un pasaje de la Biblia, el de David y Goliat, que es apropiado para lo que estamos haciendo hoy. Goliat buscaba un contrincante entre los israelitas y todos huyeron. Hoy Goliat está representado por burócratas y banqueros que son los primeros euroescépticos. Hoy están aquí los amigos de Europa, los defensores de Europa. Ya saben cómo acabó la historia, David derrotó a Goliat que parecía invencible. Hoy en Florencia hay mujeres y hombres que derrotarán a un gigante que es el primer enemigo de Europa, que es la burocracia masónica. Nosotros, del Goliath Soros que destruye nuestras civilizaciones, no tenemos miedo. (…) Nuestra idea de Europa, basada en el trabajo y no en el coche eléctrico o el impuesto de vivienda, es una idea totalmente distinta a la de von der Leyen, Lagarde o Soros, a la de la Europa de los banqueros”.

Como podemos ver, su discurso es claro, apasionado y contundente, sin pelos en la lengua, incluso con tintes populistas, cosa que también en algún momento le ha ocasionado más de un dolor de cabeza. Sin embargo, en la práctica, ha demostrado tener un alto perfil institucional, capacidad de gestión y eficiencia que, sumado a su cercanía con el ciudadano de a pie, le permitió dar con la fórmula para lograr éxitos electorales que lo han colocado dos veces como vice primer ministro de Italia. Ni Salvini, ni Meloni -como quedó demostrado- son un peligro para la democracia ni las libertades.

Es evidente el avance de referentes soberanistas en Europa. Salvini recordó ante la prensa el éxito electoral de sus aliados despejando las acusaciones de “extremismo”. Refiriéndose a los partidos miembros de ID dijo que hoy son: “primer partido de Francia, de Holanda, de Austria, de Bélgica, el segundo partido de Alemania y un partido gubernamental italiano. No somos un ‘sitio negro’, de hecho, hay una ‘ola azul’. Los datos nos dicen que hoy somos la cuarta fuerza política en el Parlamento Europeo. El objetivo es ser la tercera, y ser decisivos. Esta es nuestra aportación. (…) Que la victoria en Holanda sea el principio de la victoria en toda Europa y no hay mejor momento y lugar para afirmarlo que Florencia, la cuna del Renacimiento, la ciudad del renacimiento de Europa”. Los ánimos están encendidos, son optimistas y tienen motivos para ello.

Il capitano -como lo llaman sus militantes y simpatizantes- estuvo acompañado en Florencia por Marine Le Pen de Rassemblement national (RN), Francia (vídeo); Kostadin Kostadinov de Vazrazhdane, Bulgaria; André Ventura de Chega, Portugal (video); George Simion de Alianța pentru Unirea Românilor (AUR), de Rumanía; Roman Fritz de Konfederacja Korony Polskiej, Polonia; Majbritt Birkholm del Dansk Folkeparti; Dinamarca; Martin Helme del Eesti Konservatiivne Rahvaerakond, Estonia; Tomio Okamura del Svodova Primá demokracie (SPD), República Checa; Gerolf Annemans del Vlaams Belang, Región de Flandes; Harald Vilimski del Freiheitliche Partei Österreichs (FPO), Austria; Tino Chrupalla de Alternative für Deutschland (AfD), Alemania; Geert Wilders del  Partij voor de Vrijheiddel (PVV), Países Bajos (vídeo); y Jordan Bardella de Rassemblement national (RN), Francia.

La alianza parece consolidarse y con muchas expectativas de crecimiento a partir del próximo junio con la entrada al Parlamento Europeo de nuevas fuerzas políticas, como las portuguesas y rumanas, entre otras. La incógnita a despejar será la relación, el entendimiento y los acuerdos, no solo por parte los partidos que forman parte del PPE o ECR, sino también por ID, en el marco de la convulsa política internacional y europea.

El 10 de junio del 2024, el día después de las próximas elecciones, será una fecha crucial para Europa y su democracia. El futuro de la Unión a corto, medio y largo plazo se definirá a partir del resultado de las mismas, con la continuidad de las mayorías populares y socialistas -en mutua sintonía-, o con un camino alternativo con el crecimiento de las opciones soberanistas, identitarias, patrióticas y conservadoras. Los ciudadanos europeos lo decidirán con su voto. La campaña electoral para las elecciones europeas está en marcha.

Foto: Jakob Braun.

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