Franco Fiumara es Doctor en Ciencias Jurídicas y Doctor en Ciencias Políticas, juez en el Tribunal Penal de La Matanza (Buenos Aires); investigador y profesor de grado y postgrado en Procesal Penal, DDHH y Derecho Internacional Público en la facultad de Derecho de la UNLaM (Argentina) y UNG (Paraguay).
Hablamos de su propuesta para la creación de un Tribunal Especial para juzgar los crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania.
La Corte Penal Internacional (CPI) está investigando la responsabilidad de Vladimir Putin sobre la perpetración de crímenes de guerra por la deportación ilegal de niños de Ucrania a Rusia.
Exactamente, la CPI se ha centrado en el asunto del secuestro de niños ucranianos que son llevados a Rusia y entregados a familias rusas, y por ese motivo emitió una orden de arresto contra el presidente de la Federación Rusa. El problema es que la CPI puede recolectar todas las pruebas, pero luego hay que ver cómo le juzgan y quién lo hace, porque la CPI no puede celebrar un juicio en ausencia si no logran su detención. Y parece imposible lograr que la orden de arresto se lleve a cabo, porque ninguno de los aliados de Putin va a entregarle. Además de que Rusia no se ha adherido al Estatuto de Roma, lo que sería otro problema técnico a resolverse.
¿Y su propuesta va dirigida en ese sentido?
Así es. Empleando el código penal de Ucrania y realizando un juicio en ausencia, como se hizo en su momento con el proceso judicial posterior al atentado de Beirut, el 14 de febrero de 2005, en el que fue asesinado el ex primer ministro del Líbano, Rafiq Hariri, y otras 22 personas. Esa es la alternativa que propongo, un Tribunal Penal Internacional ad hoc integrado por jueces ucranianos y otros países, para que las masacres y los miles y miles de crímenes cometidos por el Kremlin no queden impunes, y dar una respuesta de reparación inmediata a todas las víctimas. Eso permitiría desbloquear los fondos rusos incautados, que es la preocupación de Suiza y otros Estados, y entregárselos como compensación a Ucrania. Esa es la idea original.
¿A cuánto ascienden esos fondos?
Hay aproximadamente 400.000 millones de euros bloqueados, que eran depósitos rusos en bancos de distintos países. Esos fondos podrían entregarse a Ucrania como compensación económica por los crímenes de guerra cometidos por los funcionarios del gobierno ruso, mediante una sentencia condenatoria emitida por el Tribunal Penal Internacional ad hoc propuesto, o incluso, a través de dicha sentencia, presentar un reclamo de reparación global ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, sobre la responsabilidad del Estado Ruso. Es evidente que una inyección económica de este tipo seria un gran refuerzo para Ucrania, sobre todo si tenemos en cuenta que la ayuda de la Unión Europea en un año es de 50.000 millones de euros.
¿Cuáles son los delitos que podrían imputarse a Vladimir Putin?
Desde luego, el de crímenes de guerra y los hechos de genocidio, es decir, un plan sistemático dirigido desde el gobierno ruso para hacer desaparecer a Ucrania como nación. También están acreditados crímenes de lesa humanidad en Bucha, Irpin y otros lugares, y, por último, el de guerra de agresión, que, si bien es algo técnicamente nuevo, se tipificó en la conferencia de Kampala en la pasada década. Un delito que se cumple aquí porque Rusia utilizó sus fuerzas armadas, invadió un Estado soberano, vulnerando su integridad territorial y la independencia política de Ucrania, además de la anexión territorial mediante el uso de la fuerza. Por tanto, los cuatros tipos penales que contempla el Estatuto de Roma podrían ser aplicados aquí. Por otro lado, la Fiscalía federal alemana ha acreditado junto a organismos europeos y ucranianos el uso sistemático de la violación sexual como arma de guerra por parte de las tropas rusas y grupos mercenarios paraestatales que respondían a Putin (Wagner). Hay un evidente paralelismo entre Putin y Stalin, incluso en la cuestión de los desplazamientos de población, como sucedió en Crimea, a donde implantaron a 800.000 rusos (lo que constituía una tercera parte de la población) para “rusificar” el territorio.
¿El delito de guerra de agresión es similar al delito de crímenes contra la paz que se aplicó después de la Segunda Guerra Mundial?
En esencia sí, eso fue lo que se estipuló oportunamente en el estatuto del tribunal de Nüremberg, ratificado por la resolución N°95 de la A.G. ONU, como principio del Derecho Internacional, por eso, es algo muy similar; pero la conferencia de revisión sobre el Estatuto de Roma, celebrada en Kampala en el año 2010, definió el acto de crimen de agresión. Este delito entró en vigencia en 2018 con la ratificación de varios países, por lo que este crimen también podría imputarse a Rusia por su invasión de 2022, a pesar de que Rusia no haya suscrito al Estatuto de Roma.
¿Un tribunal ucraniano podría iniciar por su cuenta este procedimiento o depende de La Haya?
Ucrania necesita ayuda para poder realizar este juicio. Tienen a toda la justicia trabajando sin descanso y emiten órdenes de captura para la Interpol, pero no tienen la capacidad para decomisar los fondos. En el caso de Hariri, la parte libanesa pidió a Naciones Unidas la creación de un tribunal especial mixto entre jueces libaneses e internacionales, y el tribunal fue presidido por un inglés, y de esta forma condenaron a miembros de Hezbollah utilizando los Tratados Internacionales sumado a los códigos penal y procesal del Líbano. Esto es lo que puede hacer Ucrania, pero difícilmente pueda lograrlo con la ONU, debido a la capacidad de veto que puede ejercer Rusia desde el Consejo de Seguridad. Esto puede lograrse con una firme decisión de la Unión Europea, que está en condiciones de crear este tribunal en espejo al tribunal especial del Líbano. Estamos hablando de una guerra en territorio europeo y la UE tiene que implicarse, crear un tribunal especial europeo para llevar a cabo este procedimiento y establecer un tribunal presidido por jueces ucranianos, europeos, o de otros países.
¿Hay alguien dispuesto a iniciar este procedimiento?
Boris Johnson fue el primero en lanzar la idea de un “Nüremberg para Putin y sus secuaces”, y muchos juristas internacionales y ucranianos piensan que es la única alternativa. Lógicamente para iniciar este proceso es necesario un fuerte apoyo político a nivel internacional, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad para poder detener a Vladimir Putin, y que muchos países no respetan el derecho internacional.
Vemos que varios Estados tienen ahora reparos en apoyar indefinidamente a Ucrania, por lo que este procedimiento, además de hacer justicia, seria una forma de conseguir una ayuda económica reparatoria realmente importante.
Pero ¿cuánto tiempo sería necesario para poder llevar a cabo este juicio?
Desgraciadamente, ya se ha perdido demasiado tiempo. Con la gran cantidad de pruebas recogidas y con la urgencia debida a que la guerra sigue su curso, podríamos hablar de dos años.
¿Cómo ve el giro que Javier Milei ha dado a la política internacional de Argentina, no entrando en los BRICS y apoyando una cumbre iberoamericana en apoyo a Ucrania?
Lo que ha hecho Milei es un cambio radical en la política exterior Argentina, un cambio positivo. No entrar en los BRICS significa, sobre todo, separarse de los impresentables del Grupo de Puebla, que miden con un doble rasero a las víctimas de los DDHH, además de estar aliados con Rusia; por eso, la celebración de la cumbre también es muy importante. Milei también ha señalado a Hamás como un grupo terrorista y apoya el derecho de defensa de Israel. Putin y Hamás comparten un modus operandi en su forma de hacer la guerra, porque ambos buscan la desaparición total de Ucrania y de Israel.
Foto: Scott Rodgerson.
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