José Luis Montesinos
Soy Ingeniero Industrial, me parieron autónomo. Me peleo con la Administración desde dentro y desde fuera. Soy Vicepresidente del Partido Libertario y autor de dos novelas, Johnny B. Bad y Nunca nos dijimos te quiero. Escribí también un ensayo llamado Manual Libertario. Canto siempre que puedo, en cada lugar y con cada banda que me deja, como Evanora y The Gambiters.
Vivir con miedo
No sé si les ocurrirá a ustedes como a mí. Hace pocos días me crucé en carretera con un control de la policía local,...
Lenguaje y significado en las protestas callejeras
El lenguaje define nuestro sistema de pensamiento. Antes de la palabra, imagino que los primitivos seres humanos elucubrarían en base a imágenes e hilvanarían...
Entre niños y borregos
Afirma el profesor Huerta de Soto que el Imperio Romano se vino abajo por culpa del socialismo. Es evidente que la afirmación hay que...
España frente al abismo
De la misma manera que para estudiar los fenómenos climatológicos conviene tomar la perspectiva de los años y dejar aparcada la experiencia personal, el...
No hay nada que pactar en la Moncloa
No hay nada que pactar en la Moncloa. La hemeroteca arroja un saldo de errores de todo tipo y de ataques a los derechos...
Todo vale para controlar el relato
Las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo. La irrupción de Internet como servicio de consumo habitual, eso que ahora pretenden censurar algunos, parece...
La Administración mórbida
Hace tiempo que tengo pendiente una reflexión que podríamos llamar “Desmontando España”. No sé que formato darle, ni la extensión. Tampoco el título está...
Arrimar el hombro
Arrimaban el hombro los jornaleros y agricultores que mientras usaban la azada o agachados plantaban semillas y plantones junto a sus compañeros. Trabajaban uno...
Algunas lecciones de la pandemia
El tiempo en casa, encerrado, pasa más despacio. Cada cual lo llenará de la forma que le sea más amena, pero sin duda, para...
La incómoda presunción de inocencia
No puede haber Libertad sin asumir que todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario. Bajo esta realidad, nadie puede imponernos un castigo,...
